Francisco Manuel, el operario que atendió a los amigos de Belén Langdon y de Rocío Oña -dos de las víctimas de la tragedia del Madrid Arena-, ha querido "aclarar unos puntos" en Es la Mañana de Federico respecto a las escuchas que ha publicado este jueves El Mundo, en las que mientras una joven pide desesperada socorro, él muestra frialdad y los ubica a un punto situado a un kilómetro.
El operario, conductor de Ambulancias, ha querido aclarar que su actitud frente a la llamada de las amigas de Belén responde a toda una noche de llamadas de jóvenes desde el Madrid Arena con intoxicaciones etílicas. Éste es el motivo, según ha contado en exclusiva en esRadio, por el que pregunta a la joven si ha bebido. Además, advierte de que fueron superiores los que establecieron el punto de atención del Samur en Puerta del Ángel con Paseo Extremadura, dadas las dificultades de las ambulancias del servicio de urgencias para llegar al Madrid Arena, donde "eran recibidas a botellazos, las zarandeaban y algunos -jóvenes- las intentaban volcar".
Por último, Francisco Manuel ha querido dejar claro que su formación es la de técnico de ambulancias, o conductor y que en ningún momento se ve preparado para la atención de este tipo de llamadas de urgencias ya que "no tengo facilidad de palabra, no me expreso bien".
Por otro lado, según ha podido saber esRadio, existe un profundo malestar entre los empleados del Samur por las filtraciones que se están publicando en los medios de comunicación y temen que se produzca un intento de cargar las responsabilidades a un "cabeza de turco".