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Rajoy pedirá a sus "compatriotas" que aguanten porque España va a mejor

Un balance de "cómo está España y cómo estaba", centrado en un plan de recuperación económica. "Por mucho que griten dimisión, él seguirá".

Un balance de "cómo está España y cómo estaba", centrado en un plan de recuperación económica. "Por mucho que griten dimisión, él seguirá".
El presidente en su escaño, en primer término | D. Crespo

Mariano Rajoy acuñó la expresión "mayoría silenciosa" para referirse a esos españoles que, aunque afectados por los sacrificios impuestos, intentan día a día "dar lo mejor de sí para lograr ese objetivo nacional que nos compete a todos, que es salir de la crisis". Principalmente a ellos se referirá en su primer debate sobre el estado de la Nación como presidente, un año y dos meses después de tomar las riendas, y con la corrupción en todas las portadas.

En el gabinete consideran decisivo que el presidente salga refrendado en sus tareas ejecutivas tras pasar por el Congreso. La preocupación con la que algunos ministros llegan a la cita -miércoles y jueves, en la Cámara Baja- coincide con el desgaste de otros compañeros, empezando por Ana Mato, y que ha alimentado las expectativas de una crisis de Gobierno que el protagonista descarta. Ahora la prima de riesgo no está por encima de los 600 puntos ni tampoco hay visos de rescate, pero la trama Bárcenas ha tambaleado como nunca los cimientos populares, con la prensa internacional hablando de "crisis institucional" por los supuestos sobresueldos irregulares.

Pocas veces un debate parlamentario se está preparando con tanto tiento. Sin actos públicos hasta la cita parlamentaria -no reanudará su intensa agenda internacional hasta marzo, para participar en un nuevo Consejo Europeo-, el presidente se encierra con sus asesores para diseñar la estrategia a la par que pide a sus ministros informes. Uno de los puntos cardinales será no desviar el tiro y centrarse "en lo importante". Esto es, en hacer un balance de "cómo está ahora España y cómo estaba antes, las medidas en marcha y de futuro", resume la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Habrá algún "anuncio contundente"

El jefe de la Administración dio algunas claves en la reunión a puerta cerrada que mantuvo con su grupo parlamentario el pasado miércoles: "Es difícil recibir algo peor", puso como base. Por la herencia justificará la subida de impuestos: "No tenía otra posibilidad", dijo a los suyos, algunos todavía contrariados por la decisión. Pero, narrará, también se tomaron y se siguen tomando medidas. Se trabaja con la idea de algún "anuncio contundente" en el marco de un plan "para la reactivación económica".

Aunque sin llegar a parecer optimista -volverá a advertir de la dificultad de los tiempos que llegan-, Rajoy asegurará que existen indicadores positivos y perspectivas halagüeñas: "En 2014 es posible el crecimiento económico, las cosas irán mejor", afirma. Y sacará pecho ante la Cámara, por ejemplo, de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016: 3.500 millones como plan de choque frente al desempleo de los jóvenes.

La vicepresidenta insiste: "El paro y los problemas económicos, esos son los problemas de los españoles. Los titulares ya son otra cosa, esa es una responsabilidad compartida", recalcó. Desde el PP, su secretaria general, María Dolores de Cospedal, insistió en esta línea de acción y se comprometió a ejercer de altavoz: "Seguiremos explicando a la sociedad las reformas del Gobierno", afirmó en el marco de unas reuniones entre ministros y presidentes locales celebradas este fin de semana.

Rajoy, sobre Bárcenas: "Hablaré del tema"

Esto no quiere decir que el presidente vaya a rehuir la corrupción. "Hablaré del tema que recogen los medios de comunicación", desveló. Se espera que en las próximas horas, tal vez este mismo lunes, Cospedal detalle las acciones judiciales ya anunciadas para proteger el honor del PP. Pero lo que no hará Rajoy, recalca su entorno, es permitir que el líder de la oposición "haga de éste el único tema, porque lo que le interesa a los españoles es un Gobierno que funciona y lucha contra la crisis".

El enfado del presidente con Alfredo Pérez Rubalcaba ha ido en aumento por su utilización del presunto caso de corrupción. Él cree que con su actitud daña el sistema y que está siendo terriblemente irresponsable: "Es incomprensible, ¿qué va a hacer hasta 2015?", se preguntó después de que el responsable del PSOE le pidiera en el Congreso que dimitiera.

"Los ciudadanos no entenderían un cruce de reproches si no un intercambio de propuestas. El y tú más es lo que más cansa al ciudadano", arguye Sáenz de Santamaría, que apela a un consenso que demuestre "la lucha contra la corrupción, que preocupa y mucho a los políticos honrados y que, cada vez más, trabajan sin cobrar", en relación a los concejales. Rajoy presentará un proyecto de regeneración -desgranará el tan traído pacto contra la corrupción- y tenderá la mano en este sentido. Ahora bien, "no aceptará lecciones, porque estamos haciendo un importante ejercicio de transparencia", se remacha oficialmente.

"Haremos cumplir la Constitución"

Un debate con dos patas muy claras, en el que también se colará la amenaza independentista. "En este punto somos muy claros. Diálogo, siempre, pero con el compromiso de que cumpliremos y haremos cumplir la Constitución", afirman en Moncloa, dónde recuerdan la ayuda del Estado para el pago a proveedores o las facturas en el cajón.

A sus "compatriotas", a pesar del desplome en votos según las encuestas, el presidente les dará las gracias por el aguante y por remar hacia la recuperación. "Decir que no vivimos tiempos convulsos sería engañarnos. Las manifestaciones son diarias, pero no son una mayoría. Y a esa mayoría nos debemos", se repiten. Pedirá un último esfuerzo mientras él sigue ejecutando su proyecto reformista. Un ministro concluye: "Por mucho que griten dimisión, él seguirá. Cree que hace lo que debe, que para eso está al frente del país. Y ni Rubalcaba ni nadie le van a doblegar".

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