Crisis tras crisis, la reacción de Alfredo Pérez Rubalcaba sigue siendo la evasiva o, lo que es peor, la imagen de un líder forzado a reaccionar por la presión de la prensa y de una oposición desactivada en el Hemiciclo por la crisis de Ponferrada y la petición del suplicatorio a José Blanco. Un día después de que José Blanco anuncie que no dimite, y dos después de que Óscar López pusiera su cargo a disposición del PSOE, el secretario general del PSOE intentaba mantener su estrategia de no posicionarse públicamente. Pero no lo ha conseguido.
Este miércoles, comenzó esquivando las preguntas de la periodistas en los pasillos del Congreso sobre el caso Ponferrada. En referencia a las críticas, se limitó a decir: "Me preocuparía que no las hubiera habido. Eso es lo que me preocuparía". Sin más, subió las escaleras en dirección a su despacho de la primera planta del Congreso, donde estuvo gran parte de la mañana. En torno al mediodía, momento en el que los periodistas le sorprendieron subiendo por las escaleras, fue preguntado si el PSOE tomará "como norma" la doctrina de José Blanco y dejará de pedir dimisiones hasta la apertura del juicio oral.
Rubalcaba pasó de largo en dirección a su despacho de la primera planta. Pero, ante la evidencia registrada por las cámaras de televisión, volvió a bajar las escaleras. "¿Qué me has preguntado?", interpreló a la redactora para posteriormente contestarle: "pediremos la dimisiones que entendamos".
Como los periodistas insistían en la permanencia de Blanco, bajó las escaleras mientras defendía lo siguiente: "Yo pido la dimisión del presidente del Gobierno por razones políticas, porque el presidente del Gobierno no está implicado en ningún tema jurídico, pero entiendo que políticamente no puede seguir presidiendo el Gobierno. Por tanto, dimisiones hay de muchos tipos, esas las vamos a seguir pidiendo, naturalmente".
Preguntado si políticamente Blanco podía seguir ocupando su escaño, respondió un tajante "sí" que contrastó con el silencio rotundo al ser preguntado por este diario si era cierto que el ex ministro y ex portavoz Blanco ni siquiera le consultó la decisión sino que tan sólo le informó, tal y como adelantó LD este martes y confirmó este miércoles Elena Valenciano. Rubalcaba carraspeó molesto mientras se alejaba por las escaleras.
El líder del PSOE no asistió ayer a la reunión de la dirección del grupo parlamentario, ni a la votación posterior del pleno en el Congreso. La dirección federal se limitó a decir que "respetamos" la decisión de José Blanco, quien no habría consensuado la estrategia con la dirección sino que "sólo se la había comunicado". Fuentes socialistas insisten hoy en que "respetamos y entendemos", pero a la pregunta de si "comparten", la respuesta es la misma: "respetamos y entendemos. Es razonable esperar a que sea el juez quien pida el suplicatorio y no el fiscal".
Valenciano da la cara
Quien sí dió la cara este miércoles fue la vicesecretaria general, Elena Valenciano, para manifestar que "siento mucho y acepto las críticas de mis compañeros, sobre todo de mis compañeras sobre el asunto de Ponferrada, pero lecciones de principios, como ha hecho hoy la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, no".
Con notable indignación, la número dos socialista continuó diciendo que "lecciones de principios de quien tenía como alcalde al acosador, quien lo defendió, quien lo sostuvo y con quien ha estado gobernando nueve años; de ese partido que defendió al acosador frente a la víctima, el partido socialista no va a recibir ni una sola lección de principios".
Sobre el mantenimiento del secretario de organización, Óscar López, Valenciano recordó que "ha reconocido su error" y "la dirección ha considerado que en absoluto debía dejar su cargo. Tiene en su haber muchísimos aciertos y un error, en este caso reconocido. Óscar López es una persona muy valiosa para el PSOE. Y no van a dimitir precisamente aquellos que reconocen sus errores y piden disculpas y se van a quedar los que no reconocen nunca nada, jamás dan la cara y no paran de mentir".
También la portavoz de Vivienda, Leire Iglesias, se paró ante las cámaras para afirmar que le parece "muy bien, me parece muy valiente que los partidos y los políticos asumamos responsabilidades y demos la cara. Y eso es lo que ha hecho Óscar López, y nada más que añadir, ¿vale?", dijo en tono amable.