Los supuestos malos tratos que militares españoles habrían infringido a un prisionero iraquí hace una década en la base de Diwaniya van a acabar en manos de la justicia. Así lo ha confirmado este martes el Ministerio de Defensa, quien ha informado de que el Ejército de Tierra ha enviado ya al juez togado militar de Madrid el resultado de sus primeras investigaciones sobre el mismo.
Estas pesquisas no descartan que las instalaciones que aparecen en la grabación fuesen las que correspondían al área de prisioneros de Base España y señalan que "de poder analizarse el vídeo original, los distintivos que los agresores portan en sus uniformes podrían llevar a la identificación de su unidad de procedencia y, de no haberse velado sus rostros, sería factible reconocer al menos a dos de los agresores".
El departamento que dirige Pedro Morenés descarta que los mandos militares que estuvieron en Irak al mando de la base tuviesen conocimiento ni sospecha alguna de que se hubiesen podido producir malos tratos y destaca que a los prisiones "siempre se les dio un trato correcto y concorde, en todo momento, con la legislación vigente y con las Reglas de Enfrentamiento en vigor".
Asimismo, indica que esta investigación preliminar se ha remitido al juez para que compruebe "la veracidad de la información difundida" este domingo por el diario El País y para que "adopte en su caso las acciones legales correspondientes sobre los presuntos responsables".