Se extiende el acoso a dirigentes del PP por parte de la plataforma contra los desahucios. Hasta siete miembros del Grupo Popular en el Congreso han sufrido intentos de "coacción" para que cambien el sentido de su voto, según desveló Esteban González Pons, cuyo domicilio de Valencia fue asediado este miércoles. "Si lo que quieren es que me calle, no van a tener éxito", afirmó contundente.
El relato de los acontecimientos es espeluznante. "Llegaron a la puerta de mi casa e intimidaron a los que estaban dentro, que era un menor -en relación a sus hijos-. Intentaron coaccionarlo", explicó en declaraciones a esRadio. Antes, cortaron la calle y empapelaron de pasquines con su cara los comercios aledaños. "No me van a asustar, no tengo miedo, la coacción y la violencia no deben de existir en España", continuó.
Para frenar este acoso, el vicesecretario de Estudios y Programas de los populares interpuso una denuncia en la comisaría del Congreso. Pero, como si tratara del mundo al revés, la plataforma de afectados por las hipotecas (PAH) de Valencia anunció una querella contra él "por calumnias", según informó Ignacio Blanco, portavoz de IU en las Cortes regionales.
Además del anuncio, Blanco añadió en Twitter: "Su lucha es pacífica pero firme contra los criminales sociales". Para González Pons, "se empieza acosando a los políticos y no se sabe como se termina. Nos llama criminales sociales, eso es muy mal camino". Por ello, exigió a la formación que "repruebe" ese término "se retire" y "pida perdón".
El dirigente popular advirtió: "Si hoy aceptamos que se pueda coaccionar a los políticos, mañana aceptaremos que se pueda hacer lo mismo con un juez o por un periodista", por lo que llamó a recobrar la tranquilidad. "Por muy justa que sea la causa no se puede coaccionar, no se puede traspasar esa línea", remató.