Tal día como hoy, 8 de abril, pero de 2007, Libertad Digital contaba en su portada la misa del Domingo de Resurrección que se celebró en la conocida como ‘iglesia roja’: "Actores del No a la Guerra van a Misa y comulgan con vino para protestar por el cierre de San Carlos Borromeo".
La ceremonia contó con la presencia de unos 200 fieles que se congregaron a las afueras del centro. Entre ellos se encontraban algunos de los personajes que se hicieron famosos por el "No a la Guerra" como el presentador Gran Wyoming o los actores Willy Toledo, Melanie Olivares y Javier Gutiérrez. De la fachada principal del centro colgaban carteles con lemas como "De aquí no se va nadie", "Solidaridad con la Parroquia de San Carlos Borromeo" y "La jerarquía puede cerrar un local pero no la iglesia".
La Misa se celebró a pesar de la prohibición del Arzobispado de seguir oficiando celebraciones litúrgicas en la iglesia debido a que ni la liturgia ni la catequesis que se ofrecen en el templo se ajustan a la doctrina oficial de la Iglesia. Los tres sacerdotes de la ‘iglesia roja’, Enrique de Castro, Pepe Díaz y Javier Baeza, cumplieron su palabra de ofrecer a sus fieles una ceremonia el Domingo de Resurrección. Al término de la misa fueron aplaudidos y se profirieron cánticos de "No, no, no nos moverán".
El párroco Enrique de Castro agradeció el apoyo recibido por los ciudadanos acudiendo a una liturgia, un apoyo que no es "a una parroquia o a unos curas, sino a una manera de vivir o de pensar dentro de la Iglesia". Añadió que "eso es lo que nos pone contentos. Hoy somos muchos, otros días menos, pero incluso han venido agnósticos".
Dos meses después fueron José Bono y Pedro Zerolo los que acudieron a la ceremonia ofrecida antes de una comida a base de paella y que clausuraba el encuentro denominado "Unidos en la exclusión". Tras la Misa, José Bono, que se declaró "buen amigo desde hace años de Enrique de Castro", explicó que su presencia en la iglesia del madrileño barrio de Entrevías "es una muestra de solidaridad y de fe".
Por su parte, Zerolo indicó que "el compañero Bono vino a misa y yo he venido a una mesa, una mesa solidaria, de la que me llevo un trozo de pan de los que me ofrecieron pegadito al corazón". Y añadió que "soy laico, soy ateo, pero mi cura es Enrique de Castro y mi parroquia es San Carlos Borromeo".
El 20 de junio de 2007 los sacerdotes de San Carlos Borromeo llegaron a un acuerdo con el Arzobispado de Madrid para dejar de ser parroquia y convertirse en un centro confesional de atención a los marginados. Los curas de la ‘iglesia roja’ siguieron al frente sin la tutela de Cáritas Madrid.