El Mundo le va perdiendo el cariño a la altruista alteza serenísima. "Así colapsó el Fondo de Corinna". Casimiro García Abadillo cuenta que la amiga entrañable hizo perder una pasta a "14 empresas españolas" mientras ella se embolsó un dineral. Federico Jiménez Losantos alerta del brote de cortesanos en busca de Rey que últimamente proliferan como setas. "Como no abdique pronto el Rey o se retire a Yuste el Príncipe, se nos viene encima una ola gigantesca de cortesanos en paro. Primero, porque los juancarlistas están migrando en masa al principismo o felipesextismo. Segundo, porque el principismo, enfermedad senil del juancarlismo, no puede acoger tantos lampantes institucionales. Y tercero, porque los que ahora denuncian públicamente que el Rey es una calamidad, aún dudan entre renovar sus votos con el inquilino actual o liarse la manta a la cabeza y fugarse con el futuro inquilino de La Zarzuela".
El País cuenta que la Casa Real ha prometido que a partir de ahora se van a portar bien. "Los gastos de palacio, viajes y contratos del Rey serán públicos. La Zarzuela tendrá un tipo de auditoría similar a la del Congreso". Si es que son más majos. Nos quejamos de vicio. En el interior Pere Río nos relata en dos extensísimas páginas que "a Mas no le salen las cuentas" y que "las castigadas finanzas catalanas viven pendientes de Madrid". Pobres. También le dedica El País un amplio espacio a defender los acosos a políticos del PP, como no podía ser de otra manera. "Mengua el fuerte apoyo a los escraches". "Las acciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca cuentan con un amplio apoyo social", dice Violeta Assiego. "La conexión emocional que ha logrado establecer con los ciudadanos se debe en gran medida al uso de métodos pacíficos en la protesta", "es en esta clave de medios pacíficos" donde está el meollo de la cuestión, insiste dos renglones más abajo. ¿A qué tanta insistencia en los medios pacíficos? ¿Será que ni ella se lo cree?
ABC abre su portada con un largo suspiro de alivio. "Urdangarín ultima su fichaje por Qatar". Se va, se va, por fin se va. "Se va a dedicar a lo que de verdad ha demostrado que sabe hacer: el balonmano", dice. Bueno, también ha demostrado que sabe hacer con las manos cosas menos inocentes que darle a un balón.
A Isabel San Sebastián le duele la que le está cayendo al Rey. "Hemos pasado del incienso a la basura sin solución de continuidad (...) De ahí a la guillotina metafórica hay un paso minúsculo, que muchos se apresuran a dar sin pararse a medir sus consecuencias". Pero eso sí, "compete a la propia institución redorar sus dañados blasones, limpiando lo que haya que limpiar y demostrando su utilidad" si quiere "reconquistar, a base de ejemplo y servicio, la lealtad de este pueblo fiero". Félix Madero está tan agradecido al Rey que le cuesta "entender lo que está pasando". Y a punto de romper a llorar cuando piensa en "ese hombre que hoy se siente tan solo en su palacio".
La Razón tiene otra portada para los sindicatos. "UGT urge a captar inmigrantes ilegales y cobrar la cuota en un mes. Ante la caída de afiliación, Cándido Méndez recomienda a sus delegados poner cara amable porque el puño en alto no es suficiente". Es más, es hasta disuasorio. El periódico de Planeta se ha ido al "epicentro de la trama de los ERE" y denuncia que "Juna Lanzas pagaba sobres a UGT y CCOO". Y también reparte leña a Rubalcaba por su última ocurrencia. "Rubalcaba llama a un pacto nacional contra la pobreza". Dice Sandalio Gómez López-Egea que "sus propuestas recuerdan la imagen de un boxeador sonado que lanza puñetazos al aire para ver si tiene suerte y gana tiempo".
La Gaceta ha detectado que "la joven izquierda se echa al monte", no hay ninguna duda. "Las Juventudes Comunistas se solidarizan con Corea del Norte. Las socialistas arremeten contra la Iglesia y piden una III República. Los antisistema multiplican los acosos. ¿Pero en qué mundo viven?". Y mira que "uno de los logros de nuestra transición política había sido civilizar a la izquierda española, hacerla compatible con las reglas democráticas", pero nada, no hay manera, no se puede con ellos, oye. Si es que, como dice un viejo proverbio chino, la cabra siempre tira al monte.