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El maremoto de Madina, la sonrisa de Chacón y el enfado de Rubalcaba

Un secreto a voces se convierte en noticia. Muchos hablan ya de que será "imposible" mantener el actual calendario de primarias en 2014.

Un secreto a voces se convierte en noticia. Muchos hablan ya de que será "imposible" mantener el actual calendario de primarias en 2014.

Era un secreto a voces en los círculos socialistas. Si se hablaba de sucesión, regeneración y primarias, el nombre de Eduardo Madina sonaba con fuerza en las quinielas de los cuatro o cinco concurrentes a esas elecciones internas (junto a Carmen Chacón, Patxi LópezEmiliano García Page). Desde hace meses el propio secretario general del grupo socialista en el Congreso evitaba, en los corrillos, responder a si se descartaría en la carrera por la sucesión.

Sus cercanos sí desvelaban sus intenciones, aderazadas con que la situación en el PSOE le tenía "muy preocupado" y que los tiempos reclaman "dejar atrás lo viejo" y dejar entrar un golpe de aire fresco y nuevo. Hasta las formas de alguien distante y esquivo con la prensa se ha tornado en un tono más afable, cercano e, incluso, crítico con las formas y fondos de la dirección federal del PSOE. 

Las intenciones de Madina, compartidas por numerosos barones y cargos del partido, según se desprende de las informaciones publicadas este jueves por El Mundo y La Razón confirmaría las peores sospechas del actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Un duelo entre vascos que desmontaría las intenciones con las que el actual líder se presentó al 38º Congreso de Sevilla: dar paso a la operación Patxi López, como su sucesor natural.

No en vano, Madina midió muy bien sus pasos de cara a ese Congreso y evitó en todo momento tomar partido entre Chacón y Rubalcaba, a sabiendas de que sería quemar sus cartuchos de cara a los futuros apoyos que podría granjearse. De hecho, tal y como desveló Libertad Digital, Eduardo Madina rechazó la oferta de Rubalcaba de ser portavoz parlamentario. Pero ante su negativa, optó por Soraya Rodríguez y le dejó a él el número dos del GPSOE, con la garantía que aporta la visibilidad de la dirección parlamentaria, pero la seguridad de no quemarse en uno de los puestos de la primera línea de formación.

La consigna oficial sigue siendo que "el PSOE no está en eso" como defendió hoy Rubalcaba, que "no toca", como le gusta a él decir. Pero el tema no sólo toca sino que gusta, habida cuenta del maremoto de reacciones este jueves en los pasillos de la cámara. Aunque, eso sí, a algunos más que otros. Los hay que, incluso, tras una amplísima sonrisa esconden temor. Caso de Carmen Chacón que, si bien consideraba "muy positivo" el debate, no se mojaba por el nombre. "Eso se lo tendrán que preguntar a él", decía quien hace un año optó por el liderazgo en Sevilla y quien aseguraba -"creo que se me nota"- que su satisfacción es porque se abre el melón, no tanto por quien claramente despierta más pasiones entre las federaciones que la socialista catalana.

Pasiones también en la vieja guardia representada hoy en Alfonso Guerra, para quien Madina es "una personalidad extraordinaria y un valor de futuro", aunque "no tengo claro que quiera ser candidato". Lógicamente, la contención era hoy la consigna de los rucalcabistas y de quienes, sin serlo, tienen dudas, como Odón Elorza, que advertía de los riesgos de escoger "una cara bonita" y no "unas ideas que sean capaces de darle la vuelta al calcetín completamente" en una "vuelta de tuerca radical del PSOE". Más radical fue Manuel Chaves, quien dijo no interesarle el tema "en absoluto en estos momentos. Lo que a mí me interesa es elaborar una alternativa política en torno a Alfreo Pérez Rubalcaba".

Sin embargo, el debate sí es en torno al cuándo, pero ya no en torno al quién. Las formas y tiempos con las que los candidatos marquen sus opciones influirán en una dirección que sigue pretendiendo dejar las primarias para 2014. Opción poco o prácticamente nada respaldada por los dirigentes socialistas, y mucho menos las bases.

Síntoma de que el debate está abierto, la división existe y ya ha alcanzada a la propia cúpula del PSOE son las declaraciones de la actual portavoz, Soraya Rodríguez, quien respondió de esta forma a las noticias sobre la candidatura de Madina. "En el PSOE, si se quiere se puede. Quien se quiere presentar, puede. En el PSOE sí se puede". Un 'Yes we can' a la española por el que muchos han apodado a Eduardo Madina como el Obama socialista.

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