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Isabel San Sebastián advierte a Rajoy: "Su derrota está cantada"

La prensa se pone de acuerdo para transmitir el mensaje de Rajoy. Que tengamos paciencia, dice.

"Rajoy pide paciencia", titula El Mundo. Le parecerá al señor presidente que hemos tenido poca. Dice también que "el Gobierno tiene las ideas claras y sabe a dónde va", aunque lo disimule tan bien. Así que, como lo está haciendo tan chupi y no hay más que verlo "no cambiará nada". Pedro J. no tiene ni mijita de paciencia y le manda a hacer gárgaras. "Se puede pedir paciencia cuando se toman las medidas necesarias para cambiar lo que no funciona. Pero no se puede pedir paciencia cuando lo que se hace es abdicar de reformas estructurales imprescindibles y se gestiona una continuidad que lleva al desastre". Federico Jiménez Losantos todavía no ha perdido su capacidad de sorpresa. "Lo más asombroso del gobierno de Rajoy es que, pese a la evidencia del fracaso de su gestión, se niega a contemplar siquiera el cumplimiento del programa del PP (...) Rajoy ha continuado la política del PSOE, con más éxito porque era imposible mayor fracaso (...) ¿Pero para qué se presentó a las elecciones el PP? Esto es desesperante", dice tirándose de los pelos.

Carmen Remírez de Ganuza cuenta que el PP está "desmoralizado" pero que se "resigna ante el Gobierno" porque "ya saben cómo es Mariano". Carlos Cuesta va dando el aviso a Mariano. "Su fracaso entregará España a izquierdas e independentistas". Pues hijo, visto lo visto, qué más dará.

El País se porta bien con Rajoy. "Rajoy peleará por dar la vuelta a sus previsiones sin cambiar de ministros", titula tan bonachón. A Carlos E. Cué también le han dicho los del PP que están "con la moral hundida", que "nada está saliendo como estaba previsto". "Los marianistas confían en que el presidente sepa salir de ésta y le de un giro a la situación" pero hay otros, "los más escépticos, que temen que Rajoy vuelva a adoptar la estrategia de esperar a que escampe". Se admiten apuestas. Y como la cosa está tan pochita, Enrique Gil Calvo está negro. "¿Por qué no estalla la calle en España?", leche. Menuda pandilla de blandengues. "Mucho se habla de familismo", pero joroba, "lo mismo ocurre" en Grecia e Italia –que también tienen familia- y allí "la calle estalla en llamas, incendiadas por las antorchas". Porque "su familismo mediterráneo es compatible con la resistencia popular, mientras que el español en cambio es conformista y contemporizador". ¡A las barricadas, pandilla de vagos! "Las clases populares, únicas propensas al radicalismo violento, han perdido su capacidad movilizadora (...) Aquí la revolución no tendrá lugar", dice todo desmoralizado.

ABC esconde a Rajoy, que no se le vea mucho, y le manda a un pequeño rinconcito de su portada. "Rajoy asegura que España marcha en la buena dirección y pide paciencia". Tampoco merece el asunto comentario en el editorial. Y los columnistas no se ponen de acuerdo. Isabel San Sebastián, por ejemplo, está en plan depre. "El Gobierno ha claudicado (...) ¿Dónde está el capitán llamado a patronear esta nave que se hunde? (...) Ya puesto a perder las próximas elecciones, porque su derrota está cantada si se cumplen sus lúgubres pronósticos, ¿no podría perderlas como consecuencia de haber llevado a cabo reformas valientes?". A su lado Juan Manuel de Prada cree que tampoco hay que exagerar, que "lo cierto es que la economía española ha empezado a mostrar signos de recuperación". Ni el propio Rajoy lo hubiera dicho mejor. E Ignacio Camacho riza el rizo. En realidad se trata de una "táctica política". "Exagerar el pesimismo" para hacer un "zapaterismo inverso". Ya. Pues no está la cosa para pasar el rato haciendo encaje de bolillos.

En La Razón, el Gobierno lo hace de rechupete, así que "Rajoy mantendrá su política y no hará cambios en el Gobierno". Marhuenda nos cuenta lo mal que lo hizo Zapatero, pero se lo ahorro porque ya se lo saben. "Rajoy prefirió la verdad desde el comienzo (...) El valor de la sinceridad por dura que sea". Por ejemplo, cuando dijo que iba a bajar los impuestos. O cuando prometió que iba a reducir el gasto. O cuando se le llenó la boca con el adelgazamiento de la administración. Y qué decir de cuando vendió que iba a reducir el paro. "Hay razones para confiar", dice Marhuenda. Evidentemente Marhuenda se saltó el episodio de Barrio Sésamo en el que explicaban la diferencia entre verdad-mentira.

La Gaceta dice que lo que pasa es que "España necesita liderazgo". Lo que tiene que hacer Rajoy es "dejarse ver", que se prodiga poco. "Presentarse ante los medios" más a menudo, "dar la cara aún a riesgo de que se la partan". Porque "todos estamos dispuestos a escuchar. Todavía está a tiempo". Bueno, Esparza, todos, todos, no generalicemos. Y es que "Rajoy asegura que España está hoy mejor que hace un año". De qué buen humor se ha levantado hoy Intereconomía, oye. Y eso que es lunes.

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