La localidad italiana de Piacenza está de luto. El pequeño Luca Albanese, de dos años, falleció tras ser olvidado por su padre en el coche durante ocho horas. Nadie puede aún entender qué ocurrió, cómo es posible que se olvidara al pequeño Luca en el interior del vehículo y que ninguna persona se percatara de ello. Pero así fue. Y cuando se dio cuenta de ello ya era demasiado tarde.
Según las primeras investigaciones, la temperatura en el interior del coche, donde quedó encerrado el niño, llegó a alcanzar los 60 grados, según informa el Corriere della Sera. De hecho, cuando fue rescatado por su padre y el 118, a las 17.00 horas del pasado martes, la temperatura de su cuerpo era de unos 40 grados.
La autopsia confirmará las causas exactas de su muerte, pero los expertos creen que el niño falleció por asfixia alrededor del mediodía, cuando llevaba ya cuatro horas solo en el interior del vehículo.
Los padres – Andrea, de 39 años, y Paola, de 38 – permanecen en estado de shock y aún no han podido prestar declaración. Según fuentes de la investigación, citadas por el diario italiano, el padre casi enloqueció cuando descubrió que su hijo había fallecido. "Vi la locura en sus ojos. (...) No reaccionó. Todavía puedo oír su grito agónico. Siete personas no fueron suficientes para mantenerlo". No obstante, desmintieron que hubiera intentado suicidarse. "No tuvo oportunidad", señalan; está bajo medicación. Su esposa ha pasado la noche en el hospital y ahora se refugia en casa de su madre.
El progenitor se enfrenta a un posible delito de homicidio involuntario y de negligencia infantil.