No había convocatoria oficial para la reunión de este jueves por la mañana del ministro José Ignacio Wert y los rectores en el Ministerio de Educación para hablar por segunda y última vez del polémico decreto de becas elaborado por su departamento.
No obstante, los responsables de las universidades Autónoma, Politécnica (que se incorporó más tarde a la cita), Navarra, Sevilla y UNED explicaron a los medios a su llegada las reivindicaciones que le iban a plantear al ministro durante el encuentro. Básicamente dos: ampliar la partida para becas y "que no se excluyera a nadie" por motivos económicos de la Universidad. Es decir, no hay una alternativa clara a este respecto por parte de los rectores, simplemente piden al ministerio dejar al menos las cosas como están ahora.
Lo ideal, opinan, es volver a la situación anterior que existía con el Gobierno del PSOE; es decir, rebajar la nota media exigida para poder optar a cualquier tipo de beca universitaria en un 5. Pero que si esto se descarta por parte de Educación, que al menos Wert admita dejarlo como figura este año, en un 5,5.
Tras más de dos horas de reunión, los rectores abandonaron el ministerio relativamente satisfechos. Y es que Wert les confirmó que la nota para conseguir una matrícula gratuita se rebajará del famoso 6,5 propuesto hasta el 5,5. Asimismo, arrancaron al ministro su compromiso de estudiar esta rebaja también para otro de tipo de becas, como alojamiento o movilidad, informó José María Sanz, rector de la Universidad Autónoma de Madrid.
Lo que también parece estar dispuesto a hacer el titular de Educación es a "conseguir en el presupuesto una partida mayor para las becas". Este asunto lo 'luchará' con Hacienda, que tendrá la última palabra.
De cualquier modo, José Ignacio Wert comparecerá esta tarde en el ministerio donde informará cómo queda finalmente este decreto, que pretende enviarse este viernes mismo al Consejo de Estado.
La postura del titular de Educación ha variado considerablemente tras las presiones, sobre todo internas, recibidas. Tras reunirse con los consejeros autonómicos, anunció que estaba dispuesto a revisar la nota exigida para obtener una beca en el Bachillerato, que él había elevado hasta 6.
Y a pesar de indicar que su posición respecto a las ayudas para universidades era inamovible, el martes volvió a dar marcha atrás tras su encuentro con los responsables políticos en esta materia.