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El tren circuló entre 3 y 7 kilómetros sin control del maquinista

Ni bebido, ni hablando por teléfono, ni amante de la velocidad. El maquinista simplemente se despistó, según reconoce y se desprende del sumario.

El maquinista del tren siniestrado el pasado 24 de julio en Santiago de Compostela, Francisco José Garzón, no iba bebido en el tren, ni tampoco hablando por el teléfono Móvil. Según el sumario, filtrado al diario El País, el teléfono del maquinista sólo tiene registrado un mensaje de texto entrante a las 6 de la tarde. Además, una de las primeras pruebas que se le realizó tras el accidente fue un análisis de sangre para comprobar que no había bebido. Garzón no se negó porque no había tomado alcohol.

Así relata el diario de Prisa los apuntes que figuran en el atestado policial y en el sumario, donde también se describe con detalle el interrogatorio ante el juez, en el que sollozó varias veces y no eludió la resposabilidad. Dijo que se trató de un despiste y que hace esa ruta tres veces por semana y la conoce perfectamente, por lo que no tenía explicación para su despiste: "No sé, no sé. Intenté frenar, pero..." Eso sí, se quejó de que no hubiera señal visible en una vía de limitación de velocidad. Pero, en cualquier caso, admite que hubo un fallo humano, un despiste suyo. Lo mismo que dijo a los agentes que le rescataron de la cabina tras el accidente. Los especialistas que investigan el accidente calculan que el tren pudo circular entre 3 y 7 kilómetros sin la dirección del maquinista, según informa La Voz de Galicia.

Todas las polémicas filtradas a la prensa estos días aparecen en el interrogatorio. También se dijo que Garzón iba tan rápido en la curva porque llevaba retraso y le supondría, hipotéticamente, una sanción económica. Lo negó.

Además, le preguntaron por las conocidas fotografías publicadas hace un año en las redes sociales y que colocaron en el punto de mira a Garzón, como un loco de la velocidad. Según explicó que la foto se tomó "hace años" cuando estaba en periodo de formación y acompañaba en la cabina a otro maquinista de un tren de alta velocidad. "Llevo 30 años en Renfe. Empecé llevando trenes de mercancías que no corren a más de 80. La hice estando en periodo de formación, en otro tren de alta velocidad".

El pedal del hombre muerto

El atestado elaborado por la Policía sobre el accidente ferroviario registrado en Santiago de Compostela, en el que fallecieron 79 personas, concluye que el maquinista Francisco José G.A. presionó todo el tiempo el pedal conocido como 'hombre muerto', un dispositivo de seguridad que detiene automáticamente el tren en caso de que el conductor se desvanezca o se ausente de la cabina durante un período.

Si el conductor de un ferrocarril deja de presionar este dispositivo, a los 27,5 segundos el tren se hubiera frenado. Pero, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, el atestado que ha sido entregado al titular del Juzgado número tres de Santiago, Luis Aláez, recoge que el maquinista fue presionando todo el tiempo este pedal.

En su relato este domingo ante el juez, Francisco José G.A., de 52 años de edad, asumió que cometió un fallo humano por un despiste al entrar a 190 kilómetros por hora en una curva limitada a 80 kilómetros por hora, según han asegurado a Europa Press fuentes conocedoras del testimonio del conductor del convoy.

Ninguna de las partes solicitó prisión para Francisco José G.A. al no apreciarse riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas. El juez acordó su libertad provisional sin fianza, pero el maquinista tendrá que comparecer semanalmente en el juzgado que se designe.

Además, se le prohibió salir del territorio nacional sin autorización judicial durante seis meses y se le intervino de forma cautelar la licencia profesional para la conducción de ferrocarriles por igual plazo.

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