El maquinista del tren accidentado el pasado miércoles cerca de Santiago de Compostela, Francisco José Garzón, dijo al juez y al fiscal que cuando activó los mecanismos de freno ya era tarde. La edición digital de El País ha colgado el audio del interrogatorio que le realizó el fiscal Antonio Roma.
El fiscal le pregunta qué estaba pensando el conductor antes de entrar en el túnel previo a la fatídica curva, a lo que Garzón responde: "No lo sé, si lo supiera... la lacra que me va a acarrear para toda la vida es tremenda". El fiscal insiste en que todo el mundo está trabajando "para saber qué pasó por su cabeza" y le pide que se esfuerce. El maquinista continúa diciendo que no lo sabe y que "no estoy tan loco como para no frenar".
Garzón Amo cuenta que activó el freno neumático, "etcétera, todos" y tampoco sabe si en algún momento levantó el pedal de hombre muerto, porque es algo que "lo tenemos como inercia ya, muchas veces ni nos enteramos de que hacemos la secuencia, son secuencias cortas de siete segundos". Le pregunta el fiscal que cuándo nota "que el tren se le vence". Responde el conductor: "Es que en la curva ya veo, ya veo que no la paso, veo que no la paso". "Antes de que se me venza el tren, ya llevo todo activado y veo que no, que no paso", añade.
"Tras volcar, lo primero que tiene que hacer cualquier maquinista o trabajador es llamar. Dije que había muchísimos muertos porque era inevitable. A la velocidad que iba, aunque no pudiera ver hacia atrás, yo sé lo que llevo entre manos y sé que ahí tenía que haber desgracia. "Llamé para activar el protocolo de emergencia", continúa declarando.
Garzón Amo también asegura que al bajar de la locomotora contó esas mismas impresiones "al gobernador civil" -el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez-, uno de los primeros dirigentes que apuntó en privado la hipótesis del error humano.
La velocidad
El fiscal Roma le pregunta a qué velocidad circulaba cuando tuvo el accidente. El maquinista dice que "andaría entre 180 y 190, no me dio tiempo a nada". El fiscal le hace una pregunta evidente: "¿Por qué no redujo?". Garzón Amo dice que "no le doy explicación, no lo comprendo, cómo no lo vi".
Roma le espeta que "una cosa es que sea un instante, pero usted circula cuatro kilómetros a una velocidad muy superior a lo que suele hacerlo", y el conductor le dice que "cuatro kilómetros a 200 kilómetros por hora va muy deprisa", añadiendo que él no se da cuenta: es que hay más túneles y yo voy tranquilamente pero no, no, no...".