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Acusado de dos asesinatos

El falso monje shaolín podría cumplir una pena de hasta 40 años

El Fiscal Superior del País Vasco se muestra convencido de que Aguilar tenía la pretensión de cometer más asesinatos.

El Fiscal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, ha asegurado que llegará "hasta el final" en el caso de los crímenes de dos mujeres en Bilbao a manos presuntamente de Juan Carlos Aguilar, el llamado "falso monje Shaolín".

La intención del ministerio público es que el acusado "no vuelva a cometer" crímenes "de esta crueldad", por lo que, si puede acreditar que hubo "ensañamiento y alevosía" en los dos "asesinatos" que le atribuye, éste cumplirá la pena máxima de 40 años de prisión. Además, Calparsoro se ha mostrado convencido de que, si no se le hubiera detenido, la pretensión de Aguilar era la de cometer "más asesinatos".

La investigación sobre el caso comenzó tras la detención del presunto autor de los hechos el pasado 2 de junio, cuando, alertada por una vecina, la Ertzaintza localizó en el gimnasio ZEN4 de Bilbao a Aguilar, mientras éste golpeaba salvajemente a la joven Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana, a la que tenía atada a una silla.

La joven, que se encontraba en estado de coma, falleció en el hospital el 5 de junio, y los agentes localizaron en el gimnasio y en el domicilio del sospechoso el cuerpo descuartizado de Jenny Sofía Revollo, una mujer colombiana a la que supuestamente habría matado pocos días antes. Entre el material incautado, se localizó numerosas grabaciones y fotos en las que mantenía relaciones sexuales con otras mujeres y que la Policía vasca ha comprobado que están vivas.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, que instruye el caso, trata de comprobar si el acusado ha podido cometer otros hechos delictivos, en concreto, la acusación popular, que ejerce Clara Campoamor, cree que pueda haber intentado anteriormente secuestrar o hacer daño a otras mujeres. Además, ha solicitado que, si hay gente de "la tipología" de las víctimas, inmigrantes en situación de desprotección, que haya detectado la desaparición de alguna mujer de su familia, lo denuncie.

Prosigue la investigación

En declaraciones a Europa Press, Calparsoro ha manifestado que la Fiscalía "tiene intención de llegar hasta el final, hasta donde pueda", para esclarecer este asunto. Mucha de la información de la que se incautó la Ertzaintza está todavía "encriptada". Para el máximo representante del ministerio público en el País Vasco, en principio, el caso no parece "difícil de resolver" porque, "al parecer, lo ha cometido una persona sola", en referencia al falso monje Shaolín.

Según ha explicado, por los datos que se conocen, "su intención era cometer más asesinatos porque había cometidos dos en muy pocos días". En este sentido, ha recordado que, "gracias a la mujer que llamó" a la Policía vasca, se le pudo detener. "La pena es que no se pudo salvar la vida de esa chica que fue asesinada el domingo, 2 de junio", en alusión a Maureen Ada Otuya.

Calparsoro ha aplicado que la Fiscalía tiene intención de acusar a Aguilar de dos asesinatos, y en caso de que se pueda acreditar que hubo "ensañamiento y alevosía", la pena que prevé el Código Penal por cada uno de estos delitos es de entre 20 y 25 años de prisión, aunque la legislación española establece los 40 años como máximo de cumplimiento efectivo.

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