El vuelo de Ryanair FR694 procedente de Prestwick (Escocia) rumbo a Ibiza se convirtió el pasado sábado en una pesadilla. Un grupo de unos 30 hombres borrachos embarcaron en el avión, saltaron en los asientos, gritaron, amenazaron tanto a la tripulación como a los pasajeros y acosaron sexualmente a las azafatas con movimientos obscenos.
Tal fue el caos sembrado en la aeronave de Ryanair, que el piloto llegó incluso a amenazar con desviar el rumbo a París para calmar al grupo ebrio de pasajeros.
La Guardia Civil acudió a la pista de aterrizaje ya en Ibiza alertada por la compañía e identificó a cinco miembros del grupo antes de que los pasajeros desembarcasen, según ha informado la Benemérita, que ha asegurado que se trata de una "tarea rutinaria en verano".
La pasajera Fiona Black aseguró a un periódico escocés que había sido "el peor vuelo de su vida" y añadió que les habían confiscado "unas 10 botellas de vodka". "Eran idiotas", concluye
Ryanair pidió disculpas al resto de los pasajeros por las molestias causadas.