Cerca de dos horas y media en sede judicial para poner "las cosas en su sitio", en voz de sus próximos. María Dolores de Cospedal negó tajante que durante su mandato al frente de la Secretaría General, que ocupa tras el congreso de Valencia en 2008, en Génova13 haya existido una contabilidad paralela e ilegal con la que inflar ingresos de determinados cargos de la cúpula. "Nunca he cobrado sobresueldos", proclamó en primera persona. Pero, aún más, en su etapa como número dos del PP aseguró que tampoco "ha oído" que, en ningún caso, existieran esos procederes: "No", cortó bajo la promesa de decir, siempre, la verdad.
Dicen los suyos que acudió a la Audiencia Nacional "tranquila" y con las ideas claras. "Cuando de lo que se trata es de desenmascarar a un sinvergüenza y a un mentiroso, no tienes por qué estar nervioso", arguyeron. La secretaria general sólo reconoció una contabilidad: la auditada por el Tribunal de Cuentas, completamente legal. Así lo ha dicho, semana tras semana, en la habitual rueda de prensa de los lunes, y tal cual lo reiteró ante el juez Pablo Ruz. Sobre si existieron tejemanejes irregulares en el pasado, Cospedal usó el "no me consta", pero no puso la mano en el fuego. "Que cada palo aguante su vela", pronunció en su ya histórico discurso de Almería; una frase en la que, pasado el tiempo y a pesar del cisma interno generado, se ha reafirmado.
Todo con el aval de Rajoy
Sus palabras fueron, en la víspera, estudiadas con el presidente del Gobierno vía telefónica. Al menos, ésa es la versión que deslizan varias fuentes cercanas a los líderes populares. Todo lo dicho contaba con el aval de Mariano Rajoy, incluida la mención expresa a la reunión mantenida por él mismo y Javier Arenas con Luis Bárcenas y su mujer, Rosalía Iglesias, en marzo de 2010. "Se produjo", confirmó, según avanzaron los abogados y corroboraron posteriormente fuentes populares. Gracias a ese despacho, a Bárcenas se le otorgaron toda clase de privilegios –despacho, coche oficial, pagas…-, de los que Cospedal -asegura su entorno- no fue consciente hasta más tarde. Cabe recordar que la relación con Arenas más que distante es difícil, y la interlocución entre ambos nula. "Indemnización en diferido", trató de explicar la número dos ante los periodistas.
Otra de las patatas calientes, la relativa a las donaciones, la despachó con rapidez: no eran su responsabilidad, que recaía en exclusiva en los responsables de la hucha –esto es, en Álvaro Lapuerta y Bárcenas-. Siguió, aquí sí, la estela del propio Arenas y Francisco Álvarez Cascos lo que, en otras palabras, supuso admitir la falta de control por parte de la Secretaría General en este cometido. Rechazó, no obstante, la existencia de una comisión de infraestructuras en Génova, algo que sostuvo Cascos, que dijo haber participado en alguna de sus reuniones aunque "no servía para conseguir financiación de constructores". El juez le abordó por las declaraciones del cajero Antonio Ortiz, que el martes aseguró que a los donantes anónimos no se les exigía el DNI. Cospedal se mostró extrañada, según los letrados, porque tuviese que existir ese registro sobre la entrada de ese tipo de cuantías.
En cuanto al presunto cobro en 2007 de una comisión de 200.000 euros a Sacyr a cambio de una contrata municipal de basuras en el Ayuntamiento de Toledo, la cuestión no se trató. El juez no lo permitió aduciendo que las personas a las que se refieren tales hechos están aforadas. Desde el PP se recuerda, a través de un portavoz oficial, que la propia Cospedal ya lo desmintió públicamente y que así lo hubiera reiterado en sede judicial, si se hubiera dado el caso. "No es que la secretaria general no quisiera responder, es que no procedía y ella ha respetado la decisión del juez".
"No es mi marido"
Tal vez uno de los momentos más intensos fue cuando salió a relucir el nombre de su marido, Ignacio López del Hierro. Preguntada expresamente si las iniciales en los papeles de Bárcenas –que no reconoció- eran las de algún "familiar" suyo, Cospedal rechazó esta interpretación de forma seca: "No es mi marido", contestó. Un resarcimiento ante algo "que le ha hecho daño de forma muy especial", explicaron con posterioridad cargos cercanos. "Si algo le ha dolido es que vayan por su familia", añadieron. Precisamente, la número dos vino a Madrid después de unos días de descanso con López del Hierro y su hijo, Ricardo, en Marbella, a dónde regresarán tras el trance judicial.
La declaración salió "muy bien", afirmó la propia Cospedal a la salida de la Audiencia. Directa, acudió a la sede nacional del PP, a poca distancia, y allí despachó con sus asesores. Aunque en un primer momento no entendió por qué la Fiscalía abogó por su declaración como "testigo" -en el PP, muchos creyeron ver la mano de Alberto Ruiz Gallardón- quienes trataron con ella la vieron satisfecha. "Así se responde, siendo valiente y dando la cara", aplaudieron diputados y senadores de Castilla-La Mancha.
Una "valentía" con la que refuerza su poder interno, interpretan, con las distintas familias populares posicionándose ante los cambios que podrían estar por llegar. De hecho, sacan pecho desde el PP, llamó a Bárcenas "por su nombre" en sede judicial. Esto es, según la interpretación de allegados, reconoció la manifiesta enemistad que se procesan y como fue ella quién urdió su caída cuando otros, como Arenas, creyeron que lo mejor era evitar a toda costa un choque frontal.
Ahora, Cospedal retoma sus vacaciones con su familia. Génova, de hecho, volverá a quedarse prácticamente vacía en las próximas horas. Oficialmente, el PP retomará su actividad el próximo día 1 de septiembre, en Sotomayor (Pontevedra), cuando Rajoy protagonice su tradicional discurso de inicio del curso político. La consigna hasta entonces, tras la "contundencia" de la número dos, es rebajar lo máximo posible "la tensión" política y mediática.