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El PSOE tacha de "caza de brujas" el auto contra Chaves y Griñán

Rubalcaba se limita a manifestar su "respeto a la justicia" mientras el PSOE estudia cómo actuar respecto a la juez Alaya.

En torno a las 13:00 horas de este martes, Manuel Chaves y Gaspar Zarrías escuchaban la intervención de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la reunión del grupo parlamentario del Congreso de los Diputados. Ambos recibieron sendas llamadas de teléfono y, por separado, se ausentaron de la sala Constitucional de la Cámara baja.

El primero, en dirección a su despacho donde se reunió con algunos de sus compañeros más cercanos. "¿Y ahora que hago?", les preguntó tras una lectura del auto que le dejó "desconcertado", según declararon éstos a este periódico. "Nada", les aconsejaron los mismos habida cuenta de que "no se trata de un auto de imputación sino de una declaración de intenciones".

Las fuentes socialistas consultadas por Libertad Digital hablan de una "caza de brujas", un "sorprendente manejo de los tiempos judiciales al son de los tiempos políticos" cuya máxima expresión es que "hoy invita a Griñán y Chaves a acudir a su juzgado, sin ser competente, en el mismo día en que se forma el Gobierno andaluz". De ahí el "desconcierto" que también describen fuentes socialistas del propio José Antonio Griñán.

Las reticencias contra la juez Mercedes Alaya son absolutas en el seno del PSOE. Así se manifestó en el seno de la reunión de grupo socialista, la más larga que se recuerda -más de tres horas-, donde, a puerta cerrada, varios diputados tomaron la palabra para criticar la "utilización política de esta juez", ya acusada por ello desde el PSOE cuando imputó a la ex consejera de Economía andaluza, Magdalena Álvarez, "sin citar -dijeron entonces-, delito alguno que justifique su imputación".

Sin embargo, Rubalcaba optó este martes por la prudencia al decir "supongo que me queréis una valoración sobre el auto... Como es evidente no lo he leído. Cuando lo leamos, si tenemos algo que decir lo diremos, pero en todo caso, como siempre hago: respeto, faltaría más, a la acción de la justicia. Gracias...".

"¿Está preocupado?", "¿Debería dejar la presidencia del partido?", "¿Qué opina de la juez Alaya?"... Una cascada de preguntas se formularon desde todos los medios de comunicación tras una larga espera de tres horas a la puertas de la sala. Pero todas quedaron en el aire. Sin contestar a una sola pregunta, Rubalcaba resolvió la situación con un escueto: "Ya está". Y se fue.

Cuatro horas después...

Tras una lectura sosegada, compareció la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, para decir tres cosas: 1) que "el auto no imputa a ninguna persona"; 2) que "ni siquiera se inicia el procedimiento de imputación"; y 3) que de lo que se trata es de "una imputación mediática".

"Con el máximo respeto a la independencia judicial, lamentamos profundamente que se haya dictado un auto que ha generado una enorme confusión y que ha generado una imputación mediática".

También hubo reprimendas varias, incluso insultos, contra los dirigentes del Gobierno y el PP que hablaron de imputación, comenzando por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien este mismo martes en el Congreso comentó que "con esta imputación, al PSOE se le cae el discurso a mitad de mañana".

Rodríguez aseveró que "la señora vicepresidenta ha mentido porque no están imputados" y añadió que "es la peor foto, de la peor política, de los malos políticos; de los que se esconden tras el cargo institucional, como hace la vicepresidenta, para no dar explicaciones sobre un caso que afecta a la financiación irregular de su partido". Con Juan Ignacio Zoido fue aún más dura al calificarle como "un mal político, un mal juez y una mala persona".

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