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Salvador Ulayar, tras las pintadas proetarras: "Me han derrotado los malos y los míos"

Entrevistado por Luis del Pino, la víctima se ha referido a las pintadas de "Gora ETA" que aparecieron en las paredes de su casa familiar.

Entrevista a Salvador Ulayar

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Entrevistado por Luis del Pino, la víctima se ha referido a las pintadas de "Gora ETA" que aparecieron en las paredes de su casa familiar.

Salvador Ulayar, hijo de Jesús Ulayar -asesinado por ETA el 27 de enero de 1979-, ha declarado en Sin complejos de esRadio que "la nación española siempre se ha defendido del ataque de unos nazis" -refiriéndose a la banda asesina- y se ha referido a las pintadas proetarras que aparecieron en las paredes de su casa familiar en Echarri-Aranaz.

El pasado jueves, Salvador Ulayar acudió con su hermano, su hijo y un grupo de vecinos a su casa natal en Echarri-Aranaz. Allí, un grupo de proetarras había dejado pintadas de exaltación de la banda terrorista y de amenazas a la familia. Así, los hijos nietos y amigos de Jesús Ulayar, quitaron las amenazas y pintadas, cubriendo de azul la fachada y dejando estampadas manos blancas. En el poyete de la única ventana que tiene la casa familiar de los Ulayar, una foto de Jesús y unas flores.

Salvador Ulayar ha dicho que no es la primera vez que en su casa estos energúmenos estampan sus soflamas. En 2004, en el 25 aniversario del asesinato de su padre, el movimiento cívico Libertad Ya "hizo un acto y se pintó un lienzo azul. Estos tipos -los proetarras-, luego, escribieron: 'Fuera de aquí, conquistadores españoles', en euskera". La víctima del terrorismo ha recordado su larga ascendencia vasca, y ha ironizado: "Con sus criterios racistas, antiespañoles y xenófobos, yo soy más vascos que todos ellos. Pero ¡pobre Sabino Arana!, he matrimoniado con una palentina maravillosa".

Ulayar ha contado que, este año, tras escribir un artículo en el Diario de Navarra, un miembro de Libertad Ya, Rafael Doria, lo llamó por teléfono y le animó a "volver a aquella casa, a pintarla de azul, poner manos...". "En esa tarde, nos organizamos unos pocos y restituimos lo que había allí. Cantamos en euskera, en castellano... Fue un acto precioso", añade.

Salvador Ulayar ha reivindicado el carácter cívico del acto: él no solo acudió para "poner flores, llorar y decir qué bueno era el difunto" porque "en lo personal me dice mucho, pero en lo político-ciudadano, no". La víctima ha restado importancia a la pintada en sí: "A mí, lo que me pudre la sangre, es que en 1979 perdimos a mi padre asesinado. Luego, con el acoso, el insulto, el 'algo habrá hecho', volvemos a perder; con las décadas de olvido, volvemos a perder, y en 2004, los nuestros terminan poniéndose de acuerdo con los asesinos y con los grandes beneficiados del miedo de la ETA". "Este es el gran problema. Es muy duro: me han derrotado los malos y los que yo pensaba que eran los míos", ha añadido.

Además, Ulayar ha recordado que "la nación española siempre se ha defendido del ataque de unos nazis" y ha replicado el argumento del "hay gente que los vota": "Se ha esculpido el resultado electoral a base de asesinatos, miedo, nadie podía hablar en la calle... Que no me digan que tienen votos".

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