La testigo rumana identificada como J-70, que fue clave para determinar la condena de Jamal Zougam como único autor material del 11-M, había sido calificada como víctima "bastante dudosa" por los médicos del Ministerio del Interior, que acabaron rechazándola y cerrándole las puertas a las indemnizaciones y a la regularización, según informa El Mundo.
La documentación enviada por Interior a petición de los abogados Eduardo García Peña y Francisco Andújar revela que J-70 recibió por correo certificado en su domicilio la notificación de la negativa el 27 de enero de 2005. Once días después, el 7 de febrero, acudió a la Audiencia Nacional y culpó a Zougam. Fue incluida por los forenses en el listado de víctimas y recibió una compensación de 48.000 euros.
El testimonio de J-70 sirvió para corroborar el de la amiga con la que asegura que viajaba en el tren de Santa Eugenia, la testigo C-65, que había acudido a denunciar al marroquí mucho antes: el 1 de abril de 2004.
En la primera comparecencia de J-70 en la Audiencia Nacional -7 de febrero de 2005- ante el secretario judicial en la Oficina de Víctimas, la testigo aseguró que el terrorista "llevaba gafas y una gorra", circunstancias de las que nada había dicho su amiga C-65 en sus declaraciones anteriores.
Dos abogados defensores intentaron durante el juicio del 11-M preguntar a J-70 acerca de su tardanza en declarar, lo que fue impedido por el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, con el argumento de que "está en el sumario" que "esta testigo no aparece hasta que la reconocen en la Oficina de Víctimas".
Una relación "bastante dudosa"
En realidad, había estado lejos de permanecer pasiva durante los once meses que transcurren desde el atentado hasta que acude a la AN. Pocos días después del 11-M ya solicitó en la Delegación del Gobierno sendos permisos de residencia y de trabajo provisionales, al amparo del decreto extraordinario del Ejecutivo de Aznar para inmigrantes irregulares que fuesen víctimas del atentado.
Después, según el expediente de Interior, el 20 de julio de 2004 se desplazó personalmente a la sede de la Dirección General de la Policía para reclamar una indemnización y la regularización -o, en su caso, la nacionalidad-. Aportó un parte médico fechado el 12 de marzo de 2004 y un justificante de ausencia en sus tareas de limpieza desde el 11 al 31 de marzo, firmado por la persona a la que prestaba ese servicio. Pocos días después, una abogada de Madrid presentó en el sumario del 11-M un escrito firmado por J-70 en el que solicitaba personarse como perjudicada.
El 3 de agosto de 2004, los médicos que instruían ese expediente en el Ministerio del Interior emitieron un dictamen en el que consideraron "bastante dudosa la necesaria relación causal entre el atentado y las lesiones que manifiesta padecer la interesada".
"Zougam habría sido absuelto"
El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ha declarado en Es la mañana de Federico, donde participará a partir de este miércoles como tertuliano, que "nunca en la Historia de España se había producido un mayor número de muertos como consecuencia de un acto violento, ni siquiera en los peores días de los bombardeos de la Guerra Civil" y que "la peripecia judicial ha sido complicada".
Pedro J. Ramírez ha dicho que la juez instructora en este proceso, Belén Sánchez, no admitió inicialmente a trámite la querella alegando que esto era cosa juzgada. "Entonces, la sala correspondiente de la Audiencia Provincial de Madrid decía que no, que la querella aportaba elementos nuevos. Le obligó a abrir un sumario y, para ese sumario, primero declaró Zougam; luego, sus familiares", ha añadido. El director de El Mundo ha afirmado que la hermana de Zougam aportó "detalles muy coherentes, todo muy difícil de inventar", y que el expediente revelado este miércoles lleva a la conclusión de que "Zougam habría sido absuelto o, si hubiera sido condenado, habría sido condenado por el Tribunal Supremo".
Refiriéndose a la rumana J-70, Pedro J. Ramírez ha dicho que "hace una descripción extravagante, que no se corresponde con Zougam, pero hace que cuadre". El periodista ha señalado que J-70 también "contamina a la otra rumana". "Todos hemos visto series de televisión, películas de tribunales. Si alguien hubiera sacado estos documentos, la señora se hubiera descompuesto y se hubiera montado un escándalo. Mi duda: si Gómez Bermúdez lo sabía", ha agregado.