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Clases para la guerra: vino para sustituir el líquido de frenos y el anticongelante

De cómo salir de un vehículo volcado a la especia que sirve para arreglar el radiador de un coche.

De cómo salir de un vehículo volcado a la especia que sirve para arreglar el radiador de un coche.

¿Ha pensado alguna vez las dificultades que podría tener si sufre un problema mecánico en un país diferente al suyo? Un buen conocimiento del idioma local y un servicio de asistencia en carretera serían suficientes para solventar el problema. Pero, ¿qué pasaría si ese problema se produce en pleno conflicto bélico donde nada funciona como en un país medianamente civilizado y donde no hay opción a esa asistencia en carretera?

La tercera jornada de las Jornadas para Corresponsales de Guerra que se están impartiendo en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra se centró principalmente en técnicas de conducción y recuperación en vehículos todoterreno, una instrucción que puede salvar la vida de un periodista que se encuentra en una zona de guerra.

El objetivo de la formación es conseguir que si el vehículo se estropea en medio de una pista, ya sea en un desierto, selva o cualquier otro tipo, el periodista pueda hacer ganar una horas de funcionamiento del mismo destinadas a que pueda llegar a una zona segura donde su vida no corra peligro y pueda solventar el problema, ya sea en un taller o alquilando un coche nuevo.

Entre algunos de los trucos más llamativos figura la posibilidad de utilizar agua o vino para sustituir el líquido de frenos y el anticongelante de un vehículo o la de usar cualquier tipo de aceite, incluso mezclas de distintos aceites de diferentes viscosidades utilizados ya en exceso en otros vehículos, para poner el coche en marcha si es ése el problema por el que se ha quedado tirado.

También se puede arreglar una fuga en el radiador del vehículo quitando la tapa de acceso del circuito y echando pimentón. Esta especia, muy habitual, por ejemplo, en los países árabes, va a alojarse directamente al lugar de la fuga, solventando el problema del coche. Si lo que se necesita es más cable, se pueden utilizar los de las luces largas de los faros, que casi nunca se utilizan en países conflictivos, pues las infraestructuras no son buenas, y la velocidad media es muy baja. Imprescindible nuevamente, para muchas reparaciones de emergencia, el loctite y la cinta americana.

Por cierto, que estas medidas deben realizarse en momento de auténtica emergencia, pues aunque dotan al vehículo de algunas horas más de funcionamiento, suelen agravar de forma importante las averías preexistentes, lo que hace que la factura del taller pueden dispararse hasta veinte veces más.

Se explicaron y practicaron las técnicas que permiten que un conductor que está sujeto únicamente por el cinturón de seguridad en un vehículo que ha volcado pueda abandonar con seguridad el mismo. Lo habitual es que la reacción instintiva sea soltarse directamente, sin darse cuenta de que se deja caer todo el peso del cuerpo sobre el cuello, rompiendo en muchos ocasiones el mismo y haciendo que un conductor que ha sobrevivido al accidente muera cuando intenta salir del coche.

Asimismo, se explicó con detalle cómo subir y bajar pendientes con un importante porcentaje de desnivel, atravesar pequeños ríos y zonas de fango y barro, así como superar pendientes con grandes socavones, lo que hace encontrarse dentro de un coche y ver cómo el copiloto está medio metro por encima del conductor, la misma longitud a la que una de las ruedas traseras se encuentra del suelo mientras sólo tres de los neumáticos del vehículo tocan tierra. Es muy espectacular, sí, pero el riesgo de volcar el todoterreno es mínimo.

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