Finalmente llegó el debate. Tras pasar el filtro de la Mesa del Congreso que hace quince días vetó el debate de las mociones presentadas por el PSOE e IU, porque pretendían ser una reprobación al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, las iniciativas se debatieron este martes en el Hemiciclo, pero se fueron como llegaron: con el rechazo mayoritario del PP frente al voto favorable de los votos de PSOE, IU, UPyD, y todas las formaciones del Grupo Mixto salvo UPN.
El bucle del 'debate sobre el debate' volvió a la tribuna con una encendida Soraya Rodríguez quuien advirtió a Mariano Rajoy de que "la sombra de la corrupción le acompañará allí donde vaya". La portavoz parlamentaria del PSOE mantuvo sus posiciones y su acusación central de que Mariano Rajoy mintió en el Parlamento el pasado 1 de agosto en el Senado y le acusó incluso de "mutilar una entrevista en una cadena de televisión norteamericana" para evitar los titulares del caso Bárcenas.
Con constantes interrupciones de la bancada popular, excitada por las afirmaciones de Rodríguez de que "hubo financiación irregular en el PP", la portavoz aprovechó la jauría para exclamar que los populares "¡están nerviosísimos!" y les obsequió con una cita final de un parlamentario británico:
"No habrá arrepentimientos ni dimisiones. Éste es un gobierno que no sabe como asumir la legitimidad, sino que no asume la vergüenza. Yo creo señorías que este Gobierno, no es que no sepa, sino que no quiere asumir la resonsabilidad. Y por eso, ha perdido la vergüenza. Por eso les pido que voten a favor de esta moción para recuperar el principio de la dignidad del parlamentarismo español".
El PP contraataca
Por su parte el portavoz del PP, Alfonso Alonso, centró todos sus ataques hacia su homólogo del PSOE a quien echó en cara que "No se atreven a plantear una mocion de censura de las de verdad porque saben que no tienen un candidato con suficiente respaldo". Le acusó de "venir a levantar la voz, a verter descalificaciones contra el presidente del Gobierno, ha venido usted con el próposito de romper todos los puentes y la crispación y lo primero que le quiero decir es que en ese camino no nos va a encontrar". Y añadió que "la acritud de su discurso es directamente proporcional a la debilidad de sus razones".
La parte mollar de su discurso llegó a su término cuando le preguntó directamente "¿Es que ustedes no tienen corrupción en su partido?".