Ni cazas de combate, ni aviones de transporte. Ni helicópteros, ni carros de combate. Su Alteza Real el Príncipe de Asturias se estrena este sábado como máxima autoridad del Estado en el desfile de la Fiesta Nacional, debido al delicado estado de salud de Su Majestad el Rey, coincidiendo con la celebración de la parada militar más austera casi de to da la democracia.
El paupérrimo presupuesto con el que el Gobierno de Mariano Rajoy ha dotado para este año al ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas -que flirtean irremediablemente con la línea roja de la inoperatividad- ha hecho que la partida económica dedicada este año a la parada militar de la Fiesta Nacional se sitúe en poco más de 823.000 euros. Todavía menos que la de 2012, cuando de las arcas del departamento de Pedro Morenés salió algo menos de un millón de euros.
Lejos quedan pues aquellos tiempos en los que el Ministerio de Defensa se gastaba 2,8 millones de euros en esta jornada, como hace tan sólo dos años, con la socialista Carmen Chacón al frente del departamento. Tiempos, durante los años de José Luis Rodríguez Zapatero, en los que la noticia política del día eran los abucheos al presidente del Gobierno y la más técnica, la aparición de la última adquisición proveniente de los Programas Especiales de Armamento, ya fuese los antiminas LMV Lince o RG-31, o los cazas Eurofighter. Hace 10 años, en 2003, el presupuesto del desfile también se situó en los 3 millones de euros.
Los actos se iniciarán con la llegada de los Príncipes de Asturias a la plaza de Neptuno, donde recibirán los honores de ordenanza, tras los que el Príncipe Don Felipe revistará el Batallón de la Guardia Real, que le rendirá honores, y saludará a las autoridades. Tras los homenajes a la Bandera Nacional y a los que dieron su vida por España, la Patrulla Águila, formada por siete cazas C-101 de la Academia General del Aire, realizará una pasada formando los colores de la enseña nacional.
Comenzará entonces el desfile, en el que este año participan 2.600 militares, y que abrirá la sección de motos de la Guardia Real, a la que seguirá el Escalón Motorizado formado por una Unidad de Veteranos de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil y otra de Reservistas Voluntarios. Será en ese momento cuando los espectadores vean la práctica totalidad de los 50 vehículos que participan en la parada militar.
Tras un nuevo paso de la Patrulla Águila, esta vez en representación de todos los medios aéreos de las Fuerzas Armadas, llegará el turno de las unidades a pie, entre las que desfilarán militares de la Guardia Real, Ejército del Aire, Armada, Ejército de Tierra y Guardia Civil. Especial relevancia tendrán las dos unidades con cadencia propia en el desfile: la Legión y el Tabor de Regulares. Por último, entrarán en escena las unidades a caballo.