El escritor Antonio Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013, ha reiterado este viernes, durante su intervención en la ceremonia de entrega de los galardones, sus críticas hacía los recortes y la situación de "un país asolado por la crisis donde las formas más contemporáneas de demagogia han reverdecido el antiguo desprecio por el trabajo intelectual y conocimiento".
Así, Muñoz Molina ha indicado que el desaliento ante las incertidumbres del oficio de escribir, el cual ha reivindicado en su intervención, se acentúa más en tiempos de incertidumbres tan amargas como estos. "Es difícil hablar de la perseverancia y el gusto del trabajo en un país en el que tantos millones de personas carecen angustiosamente de él", ha dicho.
"Es casi frívolo divagar sobre la falta de correspondencia entre el mérito y el éxito en literatura en un mundo donde los que trabajan ven menguados sus salarios mientras los más pudientes aumentan obscenamente sus beneficios, en un país asolado por una crisis cuyos responsables quedan impunes mientras sus víctimas no reciben justicia, donde la rectitud y la tarea bien hecha tantas veces cuentan menos que la trampa o la conexión clientelar; un país donde las formas más contemporáneas de demagogia han reverdecido el antiguo desprecio por el trabajo intelectual y conocimiento", ha manifestado el escritor.
En toda esta situación, Muñoz Molina ha reivindicado el oficio de escribir y ha asegurado que el mismo "puede ser más útil que nunca", en unos tiempos es los que todo el mundo tiene la responsabilidad de "salvar lo que se ha ganado gracias a que muchas personas hacen sus oficios privados y públicos".
Muñoz Molina ha recordado en su intervención las palabras que en su día pronunció el poeta José Hierro, en 1981 al recoger el mismo galardón que hoy ha recogido él y en el que aludía al "aire de libertad que se respiraba". "Es importante recordar estas cosas ahora, cuando el porvenir parece en muchas cosas tan incierto como entonces. En este tiempo se ha hecho adulta la generación entera que nacía por entonces, que es la de mis hijos. Sus vidas son ya más difíciles de lo que imaginábamos hace sólo unos años, pero es importante recordar que también aquellos tiempos de 1981 nos parecían amenazadores cuando nosotros los vivíamos", ha dicho Muñoz Molina.
No obstante, el escritor ha indicado que a pesar de ello "no hemos dejado de respirar el aire de libertad que celebraba José Hierro" y ha recordado que "sin esa respiración no habría sido posible la generación literaria a la que pertenece".
"Incluso nos hemos acostumbrado tanto a ella que corremos el peligro de no saber ya apreciarla. Es nuestra responsabilidad salvar lo que ganamos gracias a que muchas personas hicieron y hacen bien sus oficios, privados y públicos; y también reflexionar con urgencia sobre todos los errores, todas las inercias y descuidos que necesitamos corregir. En esa tarea los oficios de las palabras podrán ser más útiles que nunca, ha manifestado el escritor galardonado.