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Rajoy dice que llevará a la Justicia los homenajes a etarras

"Desde luego", se compromete el presidente, el Gobierno tratará de evitar los homenajes y, en caso de celebrarse, se irá a la Justicia.

El presidente ofreció una respuesta al uso ante los cohetes y el repique de campanas ofrecido como homenaje al etarra que asesinó a un niño de dos años y que ahora se ha favorecido del fin de la doctrina Parot. Aunque, eso sí, de las palabras de Mariano Rajoy se desprende que el Ejecutivo se va a movilizar para que tal fotografía no se vuelva a reproducir.

Se actuará por dos vías. Si existe un acto "en el que se incumpla la ley nos dirigiremos a las autoridades judiciales", avanzó en presencia de François Hollande, que por su parte ensalzó la colaboración de ambos países en la lucha contra ETA. También se actuará "por la vía administrativa" para tratar de "impedir" los homenajes; cosa que en esta ocasión no ha ocurrido.

El compromiso es firme, según se desprende de la breve declaración del presidente. "Desde luego", prometió. Este mismo miércoles, antes de que los etarras fuera recibidos como héroes con total impunidad, Rajoy paraba los pies a quienes les amparan en el Congreso. "Todavía no han condenado a ETA, no han pedido perdón a las víctimas y no han pedido la disolución incondicional de la banda terrorista", radiografió con claridad los dos años de Amaiur en la sede de la soberanía nacional. Un periodo en el que su portavoz, cada vez que tiene oportunidad de preguntarle en la sesión de control, lo hace para denunciar presuntos maltratos a los etarras en prisión.

Rajoy no entró al trapo. Nunca lo hace. Mientras Xavier Errekondo, el portavoz, se anotaba un nuevo numerito en la Cámara –la cárcel Sevilla II, espetó, es el "Guantánamo, el Abu Ghraib español-, el jefe del Ejecutivo le aclaró que "no le debemos nada a ETA y a sus apoyos" sino que, al contrario, es la banda y su entorno la que debe arrepentirse.

"No se negocia para que se deje de matar ni se paga por dejar de hacerlo. Un Gobierno no puede negociar ni va a hacerlo. La obligación del Gobierno es cumplir la ley y hacerla cumplir y eso es lo que voy a hacer", argumentó, recibiendo la ovación de la bancada popular.

Errekondo, como es habitual, abogó por una negociación entre el Gobierno y ETA. "No existen obstáculos insalvables", dijo, apoyándose en el respaldo de algunos actores internacionales. Habló de las personas que "han padecido la violencia" en el País Vasco, pero no se refería a las víctimas del terrorismo. Y, por supuesto, sacó a colación otra supuesta huelga de hambre de presos etarras en la prisión de la capital hispalense, cuya situación tachó de "insostenible". "Libérese de sus mandantes", exclamó.

En su respuesta parlamentaria, el presidente no pronunció una palabra altisonante, pero fue contundente. El resumen de su actuación durante los dos años de legislatura fue el siguiente: "Hice lo que se debe esperar. Cumplir y hacer cumplir la ley, acatar las resoluciones judiciales y apoyar a las víctimas del terrorismo". Ya con Hollande, se comprometió a evitar unos homenajes que han indignado a las víctimas y que se han celebrado sin mayores contratiempos. La Fiscalía, según el Ejecutivo, está estudiando el caso.

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