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La seria advertencia del obispo Munilla a ETA que deja en evidencia a Uriarte

José Ignacio Munilla denuncia la "postura soberbia" del entorno proetarra en contraste con su antecesor, Juan María Uriarte.

José Ignacio Munilla denuncia la "postura soberbia" del entorno proetarra en contraste con su antecesor, Juan María Uriarte.
Monseñor Munilla en una foto de archivo

Colectivos autodenominados cristianos y algunos sacerdotes del entorno batasuno se han alineado con el entorno etarra y se han adherido a la manifestación de los presos de ETA. Éstos son los mismos que han protestado, boicoteado e incluso dimitido tras el nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián en sustitución de Juan María Uriarte.

Precisamente, Uriarte se ha erigido en los últimos meses como una parte importante del proceso que está llevando el entorno proetarra en vez de situarse en un segundo plano tras pasar a ser obispo emérito. Así, en este tiempo ha elaborado un informe sobre supuestas torturas de la Guardia Civil y la Policía y ha arremetido en varias ocasiones contra las víctimas del terrorismo, mostrándose bastante más complaciente con el entorno etarra.

Sin embargo, el obispo titular de San Sebastián ha vuelto a dar un paso al frente y ha salido en defensa de las víctimas del terrorismo poniendo en su lugar a los colectivos cristianos cercanos al entorno proetarra.

De este modo, en una entrevista el obispo Munilla ha dicho muy a las claras que el reconocimiento del daño causado por parte de los presos de ETA es "claramente insuficiente" y añadió que la "calidad" de dicho proceso "va a depender de la cantidad y calidad de los arrepentimientos" y de que éstos sean "profundos".

Por todo ello, el obispo guipuzcoano agregó que "incluso me atrevería a decir que si ese paso no se profundiza más, puede ser compatible con una postura soberbia". Igualmente, el prelado insistía en que "de lo contrario nos vamos a encontrar con una paz meramente estratégica, que es compatible, no ya con asesinatos, pero sí con odios, ofensas y exclusiones".

La "autoridad moral" de los curas batasunos

Monseñor Munilla también se ha referido a los curas batasunos y otros colectivos cristianos que saldrán el sábado en manifestación a favor de los presos de ETA. Sin andarse por las ramas les recordó que "para tener autoridad moral en la reivindicación de los derechos humanos de los presos, que es indiscutible que los tienen como todos los seres humanos, es necesario partir de una inequívoca condena de los actos terroristas que han cometido" porque "de lo contrario sería una falsedad, sería invocar la justicia para amparar la injusticia o para ofender a las víctimas de esos presos de ETA".

Además, el obispo vasco formado en Toledo recordaba que "cuando estos colectivos le piden a la Iglesia que tome postura en temas como las sentencias judiciales o la política penitenciaria, tienen que tener en cuenta que el cometido de la Iglesia no es el de pronunciarse, el de tomar postura política sobre cuestiones que pueden tener opciones diversas, igualmente legítimas, y que de hecho son discutidas o matizadas según las distintas sensibilidades".

Lo que va de Uriarte a Munilla

Este posicionamiento del obispo de San Sebastián contrasta sobremanera con los postulados de sus antecesores en la sede guipuzcoana, José María Setién y Juan María Uriarte. El obispo Munilla llegó a San Sebastián y desde el principio intentó reconciliar a las víctimas del terrorismo con la Iglesia, que con los anteriores pastores se sintieron totalmente desamparadas.

Las palabras de Munilla contrastan con las últimas actuaciones de un Uriarte cada vez más implicado en política y en el que llaman 'proceso de paz'. El pasado mes de noviembre el obispo emérito se descolgaba en una entrevista arremetiendo contra las víctimas indicando que, aunque hayan sufrido mucho, no por eso "deben condicionar indebidamente la política penitenciaria y las sentencias". Igualmente, criticaba al Gobierno por su "cerrazón" y lo achacaba a la "extrema derecha" del Partido Popular.

Esta ha sido una línea que se ha seguido durante años en San Sebastián y que ha dejado en una situación muy complicada al obispo Munilla. El País Vasco es un erial espiritual, con un clero marcadamente nacionalista, aunque recientemente están volviendo sacerdotes que habían decidido marcharse, que no se lo está poniendo nada fácil aunque poco a poco se va haciendo con la Diócesis hablando más del Evangelio y menos de cuestiones políticas que tanto importaban a sus predecesores.

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