Javier Lacalle, el alcalde de Burgos, ha hablado con Federico Jiménez Losantos en Es la Mañana de esRadio sobre la situación vivida en su ciudad en los últimos días y la suspensión temporal de las obras ante la presencia de manifestantes.
En la entrevista, Lacalle ha apuntado que "no es muy normal" que tenga que ser entrevistado por "un asunto estrictamente local" y que haya "decenas de televisiones acreditadas" en la zona. "Hay cuestiones de fondo", ha dicho el alcalde.
Preguntado por la posibilidad de que la convención del PP en Valladolid para finales de mes haya provocado que se suspendiera el proyecto y que se buscara el fin del conflicto, Lacalle ha precisado que no ha suspendido las obras sino que, ante "la imposibilidad física de poder realizarlas", ha dado "unos días de reflexión para volver a dialogar" sobre el proyecto. "Cuando he dicho que nos damos unos días es por la vía de los hechos. Las máquinas no han podido entrar", ha indicado en alusión a la presencia continua de manifestantes que impedían el acceso a los trabajadores.
"Las empresas adjudicatarias no podían intervenir" para garantizar la seguridad de los empleados, ha añadido el alcalde, que ha insistido en que esa imposibilidad de empezar la obra se "constató físicamente".
El papel de Fernández Díaz
Preguntado sobre la razón por la que la Policía no actuó para disolver a los manifestantes, y sobre si había alguna orden del ministro, Lacalle ha indicado que lo desconoce. "El contacto con la subdelegación y delegación del Gobierno ha sido muy estrecho", con "decenas de conversaciones", pero "la realidad del lunes y el martes es la que digo, que no se pudo garantizar la seguridad" de los trabajadores. Lacalle ha añadido que "no ha habido ni una sola llamada de Madrid ni indicación", en alusión a la posibilidad de que el ministro del Interior se hubiera puesto en contacto con él o que hubiera dado órdenes directas a la Policía de no actuar.
Burgos ha dicho al respecto que no cree que la decisión sobre la actuación policial "llegara a ese nivel" y ha achacado la forma de trabajar de los agentes a "los mandos operativos". Pero no ha podido dar más datos. Según ha insistido, no ha habido contactos directos con el Ejecutivo central.
Un acuerdo "difícil"
Este viernes, el consistorio de Burgos tiene previsto la celebración de un pleno sobre las obras en el que el alcalde espera que se "llegue a un acuerdo", aunque lo ve "difícil". Ha recordado que la reforma estaba también en el programa del PSOE que llegó a presentarla, ha revelado, como la "propuesta estrella" en 2011. "Esto es lo que se llama coherencia, pero a estas alturas no vamos a descubrir muchas cosas nuevas", ha comentado sobre las críticas de la oposición, que este viernes tiene previsto presentar una moción para paralizar definitivamente las obras.
Lacalle también ha pedido distinguir a los vecinos de las "personas más radicales" en las protestas y los "actos violentos" en que derivaron. "Yo creo que al final se podía haber empezado la violencia por cualquier otra cosa. El bulevar", ha dicho, "era la excusa".