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ETA podría colocar a terroristas excarcelados en sus marcas políticas

La banda terrorista pretende controlar a su brazo político. Así lo publica La Razón tras la difusión de sus últimos mensajes internos.

Tras el comunicado en el que reafirmaba su intención no de desarmarse, sino de trabajar por la "independencia", este lunes trasciende que ETA quiere controlar la actividad de sus marcas políticas, en especial a las que ya están en las instituciones, Bildu, Amaiur y Sortu.

La fórmula, según informa este lunes La Razón, podría pasar por la colocación en estos partidos de terroristas de ETA que no tengan causas pendientes y entre ellos estarían algunos de los etarras excarcelados tras la derogación de la doctrina Parot. Según el diario, podrían ocupar cargos públicos o cargos internos, y entre los nombres que se barajan están Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, alias Txikierdi, Antonio López Ruiz, Kubati, e Isidro Garalde Bedialauneta, Mamarru, puesto en libertad el pasado 8 de noviembre de 2013 junto a otros ocho miembros de la banda terrorista ETA.

Mediante esta estrategia, la banda terrorista dejaría claro el control sobre su brazo político. En su último comunicado, y en documentos incautados a etarras, ETA ya había apuntado los "pasos" que quería dar hacia la "independencia" y a su voluntad de controlar el proceso.

La hoja de ruta de Sortu y PNV

A estas informaciones se suma lo que publica este lunes El Mundo sobre la hoja de ruta que manejarían Sortu y el Gobierno vasco. Según un documento incautado a la abogada de ETA Arantza Zulueta, detenida en la Operación Jaque, tanto el Gobierno vasco como Sortu manejaban un plan que se tendría que desarrollar entre noviembre de 2013 y enero de 2014 y que incluía, entre otras cosas, una nueva política penitenciaria, desarrollar la denominada Ponencia de Paz del Parlamento vasco y dar pasos para una declaración de desarme de ETA o, en su caso, un comunicado similar al emitido por el Colectivo de Presos el pasado 28 de diciembre.

Entre los compromisos adoptados hay algunos que ya se están desarrollando, como apunta Ángeles Escrivá en el diario de Pedro J. Entre ellos estaría la presión del Gobierno vasco para pedir el acercamiento de los presos así como los pasos para impulsar la Ponencia de Paz en el parlamento regional.

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