Zarzuela se ha preparado durante esta semana para la declaración como imputada de la infanta Cristina en los juzgados de Palma de Mallorca. Medio mundo estará pendiente de un hecho que pone a la Corona en el punto de mira.
Por ello, la Casa del Rey ha lanzado una ofensiva para intentar mostrar a los numerosos medios extranjeros que cubrirán la declaración para que intenten adoptar la versión oficial. Así, según informa El Mundo, desde este sábado sólo habrá silencio y ausencia de representantes de Zarzuela algo que llegará incluso a la seguridad. Llegará únicamente acompañada de sus abogados y serán estos los que hablarán.
Sin embargo, hasta ese momento la actividad del jefe de la Casa del Rey ha sido frenética. El pasado lunes convocó en la residencia oficial a unos 40 corresponsales de la prensa extranjera acreditados en Madrid. En dicha reunión respondieron a todas las preguntas excepto a las referidas a la princesa Letizia bajo el argumento de que no hablaban de "cotilleos".
De este modo, en el encuentro Spottorno estuvo casi dos horas intentando alejar a la Casa del Rey de la infanta Cristina asegurando que ésta ya no participa en los actos oficiales. Además, insistió en la buena salud del Rey y descartó la abdicación a no ser que él mismo lo decida.
Ese mismo día, los periodistas encargados de la información relativa a la Corona también tuvieron un encuentro en Zarzuela aunque con un portavoz de rango menor a Spottorno. La prensa extrajera era el principal objetivo de la ofensiva mediática.
En el encuentro con los corresponsales, el portavoz de Zarzuela evitó defender a la infanta, al contrario de lo que hizo Rajoy, y se limitó a hablar de respeto a las decisiones judiciales.