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Los diputados votarán en secreto este martes por tercera vez en democracia

La primera vez fue en 1995; la segunda, en 2003. El PSOE quiere que los "discrepantes" con la ley del aborto puedan votar en contra.

La primera vez fue en 1995; la segunda, en 2003. El PSOE quiere que los "discrepantes" con la ley del aborto puedan votar en contra.
Imagen del interior del hemiciclo del Congreso de los Diputados | Archivo

El Pleno del Congreso se pronunciará el martes, con voto secreto, sobre la proposición del Grupo Socialista que pide la retirada del anteproyecto presentado por el Gobierno para la reforma sobre la ley del aborto. Será la tercera vez -según han confirmado fuentes parlamentarias a LD- que las Cortes Generales votarán en secreto. La primera fue en 1995, cuando el PP logró por un solo voto de diferencia que el Senado aprobara la constitución de una comisión de investigación sobre los GAL. No se rompió la disciplina: 128 senadores votaron a favor de la propuesta (los del PP, PNV, CC y Grupo Mixto) y 127, los de los grupos socialista y catalán, en contra.

La segunda, en 2003, se produjo en el Congreso y se votaba el respaldo a la guerra de Irak. Tampoco en esta ocasión se rompió la disciplina de voto. Los 183 parlamentarios populares votaron a favor de una proposición no de ley de su grupo.

El PSOE se ha amparado en el artículo 85.1 del reglamento de la Cámara Baja, que establece que "la votación será pública por llamamiento o secreta cuando así lo exija este reglamento o lo soliciten dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los diputados o de los miembros de la comisión", siempre que no se trate de un procedimiento legislativo. Y en este caso no lo es puesto que no se vota la reforma del aborto, sino su retirada.

Los socialistas han recurrido a este artículo para pedir al presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, que esta votación sea secreta y con papeletas. Quieren que los populares "discrepantes" con la ley de Alberto Ruiz-Gallardón puedan votar en contra. Una de estas voces claramente contrarias a la reforma del aborto ha sido la de Celia Villalobos, que solicitaba precisamente esto. Al ser la votación secreta, su nombre no se podría descubrir y los diputados rebeldes -si los hubiera- se evitarán sanciones que oscilan entre los 100 y 600 euros.

También el martes, Izquierda Plural pedirá la retirada del anteproyecto con una moción en el Pleno del Congreso y la Entesa preguntará al Ejecutivo por este asunto en el Pleno del Senado.

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