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PSOE y Bildu: alianzas que se remontan en el tiempo

La amenaza del PSN de unirse a Bildu para derrocar a Barcina no será la primera colaboración entre los socialistas y los batasunos.

La amenaza del PSN de unirse a Bildu para derrocar a Barcina no será la primera colaboración entre los socialistas y los batasunos.
El socialista Roberto Jiménez (centro), con dirigentes de NaBai, IU y Bildu | Efe

El pasado miércoles el Partido Socialista de Navarra (PSN) anunciaba que no dudaría en echarse en brazos de la marca electoral de ETA y pactar con Bildu si fuera necesario para acabar con el gobierno de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina (UPN).

El secretario general del PSN, Roberto Jiménez, ha dado un ultimátum de 15 días a la presidenta para que dimita. Ha afirmado que "si Barcina persiste en aferrarse al poder, los socialistas la echaremos del Gobierno con una moción de censura". Y es precisamente en este punto en el que los socialistas necesitan el apoyo de Bildu-ETA, Nafarroa Bai e Izquierda- Ezquerra para que prospere dicha moción.

Tras el revuelo causado por estas declaraciones, Elena Valenciano se apresuraba a afirmar que el PSOE "no va con Bildu ni a la vuelta de la esquina". Una advertencia a la que hicieron oídos sordos sus compañeros navarros, que están dispuestos a ir con los proetarras mucho más allá, concretamente hasta el gobierno de la Comunidad Foral. Pero esta no es la primera vez que los socialistas, tanto de Navarra como del País Vasco, se unen a Bildu para ostentar el poder.

Ya en el verano de 2007, después de que las elecciones autonómicas dibujaran un complicado panorama parlamentario en la comunidad foral, el PSOE se planteo un pacto con los nacionalistas de Nafarroa Bai, algo que contaba con el apoyo de los socialistas navarros. No llegó a puerto. Madrid frenó la iniciativa temiendo el impacto que pudiera tener la alianza en las elecciones generales de 2008, para las que quedaba apenas medio año.

Cuatro años después, tras las elecciones autonómicas de 2011, el PSE se mostraba públicamente dispuesto a adoptar "acuerdos puntuales" con Bildu tras varias reuniones en las que se discutieron posibles pactos post-electorales entre ambas formaciones políticas. La alcaldía de San Sebastián y el futuro de las Juntas Generales de Gipúzcoa fueron algunos de los temas que se trataron en esos momentos. En estos encuentros la "existencia de diferencias programáticas insalvables" impidieron la constitución de un gobierno conjunto. A pesar de ello, se manifestó la disposición a mantener los canales de diálogo abiertos y llegar a acuerdos puntuales a lo largo de la legislatura.

Pocos días después fue Bildu quien reveló que el Partido Socialista de Navarra seguía los pasos del PSE. El PSN iniciaba conversaciones con Bildu para conseguir el poder en varios ayuntamientos de la Comunidad Foral. Su líder, Roberto Jiménez, insistía ya entonces en que "todas las opciones abiertas, todas". Poco después los socialistas afirmaban que rechazaban un acuerdo con Bildu porque no habían aceptado "pedir la disolución de ETA". Finalmente decidieron dar su apoyo a Yolanda Barcina (UPN) y formar un Ejecutivo de coalición.

Aunque se unieron a UPN, muchos ayuntamientos navarros, y otros tantos vascos, quedaron en manos de Bildu gracias a pactos entre los batasunos y los socialistas.

El PSN y Bildu se repartieron las concejalías en el ayuntamiento navarro de Larraga. Ese acuerdo relegó a la oposición a UPN que en esa localidad adopta el nombre de Unión del Pueblo de Larraga. Bildu también se hacía con la alcaldía de la localidad vizcaína de Lanestosa gracias al apoyo del PSE-EE.

Dos años después continuaron con la política de pactos desbancando a UPN en la localidad navarra de Egüés tras sumar los votos NaBai, PSN, Bildu e I-E (coalición formada inicialmente por Izquierda Unida de Navarra y Batzarre).

Miembros como el secretario general del PSE de Álava, Txarli Prieto, defendía que los socialistas vascos llegasen a acuerdos con EH Bildu y criticaba los "pactos indebidos con la derecha".

Estos pactos llegaron también a la política económica. En diciembre de 2012 el apoyo del PSE a Bildu garantizaba la aprobación de los Presupuestos de Guipúzcoa para 2013.

Apoyo a etarras

En los últimos meses los acuerdos entre los socialistas y Bildu han llagado a provocar situaciones como la ocurrida el pasado 31 de octubre en Tafalla. El pleno del Ayuntamiento navarro, localidad natal de Inés del Río, aprobaba una moción de "condena y repulsa" ante el "inhumano currículum" de la etarra, con los únicos votos a favor de UPN. El PSN proponía y decidía ausentarse de la votación junto a los ediles de Bildu e Iniciativa por Tafalla.

Tan sólo 24 horas después el PSOE volvía a alinearse con Bildu para no votar una moción contra ETA en Portugalete. La junta de portavoces del Ayuntamiento de Portugalete decidió no someter a votación la moción presentada por el PP para declarar "persona non grata" al miembro de ETA Juan Manuel Piriz.

El 9 de enero de este año, tras la detención de ocho personas de la estructura de abogados de ETA en el País Vasco y Navarra, el PSE se aliaba con PNV y Bildu para criticar la operación llevada a cabo por la Guardia Civil. Aprobaron una moción contra estas detenciones por considerarlas "un obstáculo en el actual contexto político".

El anuncio de la posible colaboración del PSN con Bildu para derrocar a Yolanda Barcina tan sólo sería un nuevo capítulo en los pactos entre socialistas vascos y navarros con Bildu.

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