El Mundo: "ETA se quedó con las armas y prometió no volver a usarlas". Palabrita del niño Jesús. "Tras prestarse los verificadores al paripé, los etarras encapuchados metieron el armamento en una caja de cartón, la precintaron y se la llevaron". Dejando a Manikkalingam y compañía con un palmo de narices. Ni tocar los juguetitos les dejaron, oye. El periodista Manuel Marraco se lo ha pasado bien con la historia "Verificado: ETA se quedó con las armas", dice. Mucho cachondeíto, veo yo por aquí. Casimiro García Abadillo dice que la comparecencia ante el juez "tuvo todos los ingredientes de una astracanada". ¿Y cuáles son?, se preguntarán. "Farsa teatral disparatada y chabacana", dice la RAE. “Los verificadores se prestaron a hacer de comparsas de una escena montada y dirigida por ETA”. Y rodada. “ETA les llamó y ni siquiera tuvieron parte en la película que les montó”. Ahí discrepo, Casimiro, sin esos señores tan serios examinando el papel que les tendía ETA mirando cómo le ponían el sellito con la serpiente hubiera faltado el toque cómico. “ Por no verificar, ni siquiera verificaron si las pocas armas que allí se exhibían estaba inutilizadas realmente”. ¿Y ellos qué saben? Ellos son verificadores, no armeros. Si los tipos de las capuchas dijeron que estaban rotas, a ver quién es el guapo que les lleva la contraria. Pero Casimiro con quien está realmente enfadado es con Urkullu, que no quiso perderse el show y se plantó en Madrid en un periquete para ver si le daban un papelillo. "El hecho de que el lehendakari viajara ayer a primera hora de la mañana a Madrid para hacerse presente antes de la declaración es una desmesura (…) Este tipo de presiones por la vía del testimonio silencioso son injustificables y ofensivas". Si el juez no les iba a hacer nada, hombre.
Santiago González también empieza la semana de un humor excelente. "ETA se autoverificó ante la complaciente mirada de estas amables inutilidades (…) A partir de ahora, a cualquier actuación cuyos efectos sean extraordinariamente risibles, se le va a llamar hacer un Manikkalingam". Qué chistoso, mira tú.
Federico Jiménez Losantos habla del nacionalismo catalán, y claro, así no se puede empezar bien una semana. De hecho te pone de un humor de perros. "Nunca buscaron los nacionalistas sólo dinero", sino que "el fin de la nacionalismo catalán era y es la conquista del Poder Absoluto, no del Poder que aún conserve España en Cataluña sino de un Poder sin freno legal ni material, de un poder absoluto, de una dictadura sin límites, porque para acabar con lo español y los españoles de Cataluña hará falta una dictadura interminable. Eso es lo que unos ocultaban y otros no querían ver. Ya no cabe engañarse: a la vista está". Una hernia te va a salir, Federico.
Y otra a Casimiro, que se ha levantado regañón y le pega dos soplamocos a la comisaria Reding por meter las narices donde no le llaman. La vicepresidenta de la Comisión Europea llamó ayer Rajoy y Mas a "negociar sin límites". "Da la sensación de que quiso contemporizar y agradar a todos en un asunto que no puede tratarse con frivolidad", que aquí estamos muy sensibles con ese tema, oiga. "No se ahorró unas recomendaciones que suponen una evidente intromisión en los asuntos del país (…) "El gobierno debería hacer llegar su malestar a la vicepresidenta para que, en adelante, sea mas seria y responsable". ¿Ves Reding la que te ha caído por no estar calladita?
El País también dice como perplejo que "Los etarras se llevaron las armas "inutilizadas" tras grabar el vídeo". Aun así, Aizpeolea no se apea del burro e intenta tomárselo como una cosa seria. "El proceso de supervisión se detendrá hasta las elecciones europeas". Sí, que se tomen unas vacaciones, deben estar exhaustos con el trabajazo que han hecho. Cuenta El País que tuvieron que ir en tren hasta Toulouse. "En la estación les esperaba un hombre, con gafas y gorro, en un coche que les llevó hasta un edificio. Entraron por el garaje y, desde allí, directamente fueron a la habitación en la que ya estaba montada la mesa" con sus herramientas de trabajo y "el Guernica de fondo". Allí había “dos encapuchados. Uno de ellos se dedicó a grabar”. Una vez terminado el rodaje les dieron su “compromiso verbal de que las armas y los explosivos habían quedado inutilizados” y hala, majos, hasta otra. Pasad por caja. Cuenta Aizpeolea que “el portavoz de los expertos asegura que seguirán adelante con su trabajo”. Y es que ya lo dijeron. “Nos encanta España”. Aizpeolea, ¿porque no los llevas a Benidorm? Está guay en esta época. En la Penélope se lo iban a pasar de muerte.
ABC también está cabreado con Urkullu. "Urkullu da cobertura en Madrid al teatro de ETA" y "se reunió con los verificadores de la farsa etarra". Dice Bieito Rubido que su presencia era "reprochable e impertinente", aunque no se a qué viene la sorpresa, si "ya se sabía que el gobierno de Vitoria apoya la pantomima de los verificadores" y hace de padrino “de los mediadores paniaguados, que reconocieron ante el juez haber hecho el mayor de los ridículos por participar en un acto de desarme del que no sabían quiénes eran los terroristas ni a dónde fueron a parar las armas precintadas”. Mira que si no eran terroristas. Mira que si era un montaje para la televisión. Qué papelón. “Si Urkullu quiere estar en esa estrategia” del entorno de ETA “el gobierno debe hacerle ver el coste de esa elección”. Pese a la seriedad de Rubido, también ABC se lo pasa pipa con "el paripé de los verificadores". "Verifiquilandia", dice. Fue como un “paquete turístico”. “Hotel de cinco estrellas, restaurante también muy estrellado, pequeña visita privada a un arsenal terrorista, cómoda comparecencia sin preguntas ante la prensa, muchas fotos y despedida en dependencias privilegiadas del sistema judicial local. Sonrisas en la despedida, claro. El resort de los verificadores había resultado como para repetir”, un “parque temático”. A Isabel San Sebastián no le da tanta risa. "¿Por qué no fue el ministerio quién pidió que los mediadores de pacotilla declararan ante un juez (...) ¿Por mero descuido, por no interferir, por pura incompentencia. Estaría muy bien que alguien nos lo explicara". Qué mal genio tienes, Isabel.
La Razón abre con la visita del Príncipe a Barcelona y cuenta el pulso que sostuvo con Mas. "El príncipe: 'Bienvenidos a España'", dijo tocándole los bemoles al president. "El presidente de la Generalitat replicó con un 'bienvenidos a Cataluña, una vieja nación de Europa". Mira Felipillo, mostrando carácter.
También cuenta en portada la verificación. "La audiencia nacional desenmascara a los verificadores: las armas se las quedó ETA". Dice Marhuenda que es "una farsa y una burla al sentido común" y hace de eco de González Pons. "Los verificadores están al servicio de la banda y se prestan a colaborar con sus objetivos propagandísticos, por lo que cobran a razón de 750 euros diarios". Joe. No está nada mal. Habrá que preguntarle a Manikkalingam dónde hay que apuntarse. El caso es que con la pasta que se llevaron encima hicieron una chapuza. "Resulta impensable que conflilctólogos tan eminentes y experimentados hayan verificado y avalado un desarme con una visita de minutos a un piso, la visión de un tenderte, un par de cartas recibidas y promesas de palabra". Oye majos, si queréis más tendréis que apoquinar horas extra. Manikkalingan y su banda no trabajan gratis.
La Vanguardia da la bienvenida al príncipe. "El príncipe elogia ante Artur Mas la colaboración institucional". Eso es un titular con gancho, sí señor. Se va a hartar a vender periódicos. El director Marius Carol habla de "gestos (y palabras) en el palacete". Porque "no era baladí". "El Príncipe habló en inglés ante concurrencia tan diversa, pero quiso subrayar en catalán que les acogía “la estimada y dinámica capital de Catalunya", destacando cómo la colaboración institucional produce los mejores resultados. El president recordó que Barcelona es la capital de una antigua nación europea, que ha sabido preservar una personalidad, una cultura y una lengua". Pues baladí no sé si será pero señor Carol, como artículo de opinión lo veo un poco escaso de eso... opinión.