Froilán y Victoria Federica han acudido junto a su padre Jaime de Marichalar en el funeral de su abuela, la condesa viuda de Ripalda, María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, para darle su último adiós.
Las cenizas de la duquesa descansan ya en el panteón de la familia en el templo románico de Santo Domingo en Soria, muy cerca de donde la familia Marichalar tiene su panteón familiar. Allí se ha realizado una emotiva ceremonia a la que han asistido más de medio millar de personas.
El funeral ha sido oficiado por Ignacio López, un amigo de la familia de Jaime de Marichalar, y en el que la madre Ignacia María, abadesa de la monjas clarisas, ha alabado la figura de la condesa viuda de Ripalda.
La Reina y la infanta Elena, que no han asistido al funeral, habían acudido juntas el pasado martes al centro hospitalario madrileño para visitar a Sáenz de Tejada. Doña Elena habría vuelto al hospital tras el fallecimiento. Su relación con Sáenz de Tejada era muy cordial y está muy afectada por la noticia.
María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, nacida en Logroño (La Rioja) el 3 de enero de 1929, contrajo matrimonio en Torrecilla de Cameros el 25 de julio de 1957 con Amalio de Marichalar y Bruguera, VIII conde de Ripalda, con el que tuvo seis hijos, Amalio, Ana, Álvaro, Jaime, Luis María e Ignacio.
La fallecida residía por temporadas en Soria en el palacete de los San Clemente, que perteneció a una de las familias más importantes de Soria, los San Clemente, del linaje de Chancilleres, uno de los doce fundadores de la ciudad. En el dintel de la puerta de entrada figura la leyenda "Fidele, deo, regi et patria".