El padre canario al que una juez ha concedido la custodia de su hija de cuatro años, que había ido a vivir a Barcelona con su madre, al considerar que el catalán es un "escollo" en su evolución, sostiene que esta lengua dificulta la adaptación de su hija, aunque lo pueda aprender.
El padre de la menor, Garoé Segura, ha indicado en declaraciones a Efe que la niña no sabe catalán y "solo sabe cantar una canción" en esa lengua, por lo que, a su juicio, en Barcelona le pasaría lo mismo que si fuera a Inglaterra o Francia.
Estas declaraciones se producen después de que la juez del Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar (Tenerife) haya retirado a la madre la custodia de su hija porque se ha trasladado a vivir a Ripollet (Barcelona) por motivos laborales, alegando que no se ha acreditado que la niña esté adaptada al catalán y que esta circunstancia no suponga un "escollo".
"El catalán puede llegar a ser un escollo porque tiene que haber un proceso de adaptación", ha aseverado Garoé Segura, quien ha querido dejar claro que no tiene nada en contra de este idioma. "No tengo nada en contra del idioma catalán ni de que las mujeres trabajen, solo velo por el interés de la niña", ha manifestado el padre, quien ha señalado que su hija le dice de forma constante por Skype que quiere vivir en Tenerife.
Según su progenitor, cuando la niña está en Tenerife no se quiere ir a Barcelona, pues en la isla se encuentra tanto su familia paterna como materna, a pesar de que la procedencia de la madre sea venezolana. Por encima del aprendizaje del catalán, Garoé Segura considera que el problema de que su hija viva en Barcelona es el desarraigo familiar que sufriría. El padre defiende que "no hay ningún vínculo familiar" con Barcelona, donde solo se encuentra la abuela materna, que se trasladó para acompañar a su hija y a su nieta.
Aunque ha aseverado que su exmujer dijo que ir a Barcelona era beneficioso para la niña, en su opinión, si su hija continúa en esta ciudad quedará completamente alejada de su ambiente familiar. Garoé Segura, en paro desde el pasado mes de enero, ha comentado que está cobrando el desempleo y que tiene "total disponibilidad" para su hija, si bien ha asegurado que busca un trabajo que pueda compaginar con su labor de padre.
A su juicio, se ha hablado de la sentencia "a la ligera", cuando la juez ha sido "valiente" y se ha basado en la documental aportada que, según ha detallado, no demuestra que la niña esté adaptada y sepa hablar catalán.
El padre ha explicado que su exmujer le informó un viernes que no fuera a buscar a la niña al colegio porque el lunes se iba a vivir a Barcelona por motivos laborales. Aunque tiene la custodia de su hija, aún no tiene a la niña bajo su mismo techo, pues, según ha dicho, falta que se ejecute la sentencia y esperar a ver si su exmujer la recurre.