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Los planes golpistas de la ANC se inspiran en un documento oficial de la Generalidad

La Generalidad se prepara para controlar las comunicaciones y contempla el cierre del "espacio aéreo catalán" tras proclamar la independencia.

El informe oficial de la Generalidad plantea las medidas a adoptar en caso de que el Estado español se muestre "beligerante" tras la declaración de independencia. Se trata de un documento que planea opciones tales como el control de la torre de Collserola y abunda en la posibilidad de que haya que garantizar la "seguridad física" de infrastructuras como el aeropuerto de El Prat.

El plan es anterior a la ponencia golpista de la Assemblea Nacional Catalana y ha sido elaborado por el Consell Assesor per a la Transició Nacional, CATN, organismo creado por Artur Mas en esta legislatura para sentar las bases del Estado catalán. El primer informe de este "Consejo" preveía cinco vías legales para convocar una consulta separatista y fue publicitado a bombo y platillo por la Generalidad, que llegó a mandar un ejemplar a la Moncloa. En cambio, este otro informe, un precedente de la "hoja de ruta" de la ANC, y al que ha tenido acceso Libertad Digital, no había trascendido hasta ahora.

La Generalidad también dispone de un plan B para el supuesto de una proclamación unilateral del Estado catalán, una agenda para preparar el día después de la consulta y asumir el control total de Cataluña. La "hoja de ruta" está plasmada en el documento del CATN, con Carles Viver i Pi-Sunyer, magistrado del Constitucional entre 1992 y 2001, como presidente. El "plan" ocupa 78 folios con un título neutro, "Las tecnologías de la información y de la comunicación en Cataluña", y valora opciones como "el control físico" de la Torre de Collserola y el Aeropuerto de El Prat, entre otras infraestructuras. Es un "informe" en la línea de la ponencia de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), pero con la diferencia de que es anterior y el CATN, un organismo oficial de la Generalidad entre cuyos miembros, además del exmagistrado del Constitucional, se cuentan el sociólogo y columnista Salvador Cardús, la periodista Pilar Rahola o el economista Germà Bel, los más conocidos del gran público por su presencia constante en los medios de comunicación catalanes, su ideología independentista y sus opiniones sobre España.

El "dossier" al que ha tenido acceso Libertad Digital está fechado el 20 de diciembre de 2013 y es el informe número 5 de los emitidos hasta el presente por el CATN. Aún no había trascendido la ponencia de la ANC cuando los consejeros de la "transición nacional" -a quienes se ha llegado a tachar "sabios de Mas" absolutamente en serio-, designados todos ellos por el president, dieron a imprenta sus recomendaciones a la Generalidad ante la hipótesis de que no se pueda llevar a cabo un "traspaso ordenado y seguro" de poderes.

"Cierre del espacio aéreo"

En ese supuesto y en relación al aeropuerto de El Prat, una auténtica obsesión nacionalista, la asesoría del CATN es concluyente: "El principal riesgo es el cierre del espacio aéreo sólo sobre Cataluña y la paralización consecuente del aeropuerto de El Prat. Existen alternativas técnicas para suplir estas circunstancias, en el supuesto de que el Gobierno de la Generalidad lo considerara necesario. En caso contrario, sólo con el control físico de la instalación se podría garantizar el funcionamiento", se puede leer en la página 43 del texto.

Lo mismo ocurre con otras infraestructuras cruciales, como el puerto, los centros de comunicaciones, los repetidores, las sedes bancarias o la torre de Collserola, de manera que la "ponencia" de la ANC se revela como un resumen del informe de la Generalidad, una "hoja de ruta" inspirada en las disposiciones previas del CATN, cuya extensión, detalle e hipótesis revelan un avanzado trabajo de campo así como la determinación de la Generalidad, expresada hoy mismo por Mas al valorar la sentencia del TC contra la declaración de soberanía.

"Subrogarse la posición del Estado"

"El proceso continúa", afirmó el líder nacionalista. Y prueba de ello es este documento, que en su primera página ya avisa de su objetivo: "El objeto de este informe es doble: Por una parte, analiza los riesgos relacionados con la seguridad de las comunicaciones electrónicas, así como las estrategias y medidas que el Gobierno de la Generalidad habría de adoptar en el proceso de Transición Nacional para hacerles frente. Y, por otra, plantea las medidas que habría que tomar para subrogarse en la posición que ocupa el Estado en relación a las TICS (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) que son hoy de titularidad o gestión del Estado español".

Colaboración y no colaboración

También en la primera página, el informe advierte de los supuestos a tener en cuenta: "Analizados los riesgos desde la triple perspectiva de las competencias y la seguridad física y cibernética de las infraestructuras, el informe pasa a examinar los principales activos a proteger, distinguiendo en cada caso los escenarios de colaboración y no colaboración con el Estado".

Activos, riesgos, seguridad física de las infraestructuras... El CATN aporta todas las claves necesarias, prevé cualquier situación y ofrece "alternativas" para múltiples casuísticas. En la página 26, por ejemplo, se incluyen las diferentes opciones a tener en cuenta para el control y funcionamiento del "sector audiovisual". Primero, el contexto: "En Cataluña, el punto principal de distribucion de la señal de TDT, de FM y de DAB (tecnología de radio digital en fase de prueba) es la Torre de Collserola (propiedad de la Sociedad Torre de Collserola S.A., que tiene por objeto social la construcción y explotación del complejo)".

De Collserola a las afueras de Madrid

Fijado el objetivo, una breve descripción: "La Torre de Collserola (situada en el Área Metropolitana que concentra el 60% de la población total de Cataluña) distribuye sus señales, mediante radioenlace y fibra óptica, a los ocho centros reemisores principales de Cataluña. Todos ellos permiten abastecer al 85% de la población". Pero atención, no sólo es la Torre de Collserola. Los planes preventivos del CATN superan el escenario catalán: "El centro de control de Abertis Telecom y de subida de la señal a los satélites de Hispasat está en las afueras de Madrid. Sin embargo, la señal se puede subir a los satélites de Hispasat y también a los de Astra desde muchos otros lugares del mundo". Y otra consideración a tener en cuenta, en la página 28: "Sería especialmente interesante que las televisiones catalanas estuvieran preparadas para emitir a través de internet para todo el mundo".

"Ataque" con aviones rompefrecuencias

Según el CATN, el día después de la independencia pueden pasar dos cosas, a partir de la página 30: "Como ya se ha dicho, de acuerdo con la normativa vigente, el espacio radioeléctrico es un bien de dominio público estatal y, en consecuencia, en la transición hacia el nuevo Estado, el escenario deseable es el de colaboración con el gobierno español para hacer el traspaso de las competencias y frecuencias radioeléctricas, así como las licencias habilitantes de los operadores audiovisuales y los derechos y deberes económicos asociados".

La otra posibilidad es todo lo contrario y aún peor: "En el caso de no existir una voluntad de colaboración, el Estado español podría interferir técnicamente la difusión audiovisual, de tal manera que dificultara la emisión de contenidos. Eso sería factible a través de Abertis Telecom, que dispone de la adjudicación de transporte y difusión de las señales audiovisuales en aquellos canales de TDT y radio que utilizan las cadenas públicas y privadas de Cataluña". "Se podrían producir -alerta el CATN- interferencias electrónicas en las bandas utilizadas para la difusión de la TDT y la FM, ya sean inducidas mediante antenas móviles desplegables o mediante aviones especializados que son capaces de generar interferencias bajo el espacio que sobrevuelen".

TV3, preparada para lo que haga falta

La Generalidad se debe preparar para todo, incluso para los aviones rompefrecuencias, de modo que en la página 31 se dan las pautas a seguir: "Para garantizar la emisión de la TDT, lo primero que se debe asegurar es la generación de contenidos y señales, a continuación, el transporte de esta señal al centro emisor y finalmente la difusión de la señal a la población. En este sentido, hay que disponer de alternativas. En Cataluña tenemos la posibilidad de duplicar tanto la generación de contenidos y señales, como el transporte e incluso la difusión. Para la generación de contenidos y elaboración de la señal (sic) hay enpresas que actualmente ya realizan estas actividades por sus propias necesidades o por las de sus clientes. También existen alternativas en el transporte de la señal con fibra y radio hasta Collserola: La Generalidad tiene fibras que llegan a Collserola y que conectan TVC (se refiere a los seis canales de TV3) y Catalunya Ràdio (con cuatro emisoras) y los principales puntos de la ciudad de Barcelona". "En teoría -añade, otra alternativa sería ejecutar el plan de recuperación de desastres, consistente en duplicar con instalaciones alternativas los centros de control y emisión de radiofrecuencia. No obstante, hay que tener en cuenta que la inversión económica que requeriría este plan de recuperación en las circunstancias actuales lo hace poco viable en la práctica".

Espías y cajeros automáticos

El informe de los "sabios de Mas" no deja cabo suelto y abarca campos tales como la "ciberseguridad" o servicios públicos como "internet, la telefonía móvil y los servicios postal y financieros". Sobre "ciberseguridad", la Generalidad se jacta de disponer del CESICAT (el polémico CNI a la catalana inspirado en el Mossad), del que dice que "llega a parar cerca de dos millones de incidentes mensuales". Está claro. Página 11: "Hay que prever, pues, la posibilidad de ataques o sabotajes dirigidos contra la Red a fin de intentar paralizar las infraestructuras de comunicaciones, CPD's (centros de procesamiento de datos), sistemas de información, energía, medios de comunicación, servicios financieros, logísticos o de distribución de energía, agua o gas. Hoy en día, todos estos servicios están conectados a la Red y no pueden funcionar sin ella, de manera que son vulnerables, en mayor o menor medida, a los ataques de ciberdelincuenes o hackers. En consecuencia, hay que prepararse para actuar como un antivirus en todo este proceso y reforzar la protección".

En la página 13 se ilustra sobre antecedentes de ataques como los descritos por el CATN. Según la Generalidad, en Cataluña se podrían producir casos como el Canadá en 2011, en el que se volaron las contraseñas del Ministerio de Finanzas ("ciberataque procedente de máquinas instaladas en China", según este papel) o el sufrido Estonia en 2007, descrito en estos términos: "En 2007, Estonio culpó a las autoridades de Rusia de diversos ataques continuados que afectaron a medios de comunicación, bancos y diversas entidades e instituciones gubernamentales. Actualmente, la sede del organismo de ciberdefensa de la Otan está en Estonia".

Beligerancia y ciberactivismo

El CATN define "escenarios de colaboración y riesgos" que oscilan entre la posibilidad de que todo vaya como la seda y que Cataluña asista a una catástrofe de proporciones bíblicas. "Asimismo, en el progresivo despliegue de capacidades en ciberseguridad por parte de la administración catalana en el momento de la Transición Nacional, habría que mantener la ya existente colaboración con organismos del Estado español, como el 'Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación' y el 'Centro Criptológico Nacional', así como con otros organismos a nivel europeo (...) Hay que ser consciente -avisa- de que cualquier grupo de ciberactivistas contrarios al proceso podría llevar a cabo actuaciones beligerantes contra los sistemas de la Generalidad o las infraestructuras críticas". "El escenario -remata- sería obviamente más complejo en un contexto de no colaboración o beligerancia". Página 38.

El informe no deja cabos sueltos, prevé el control de internet (págs. 39 y 40), presenta antecedentes de todo tipo (sobre el traspaso de competencias aeroportuarias y el "espacio aéreo catalán" (pág. 43), el transporte en barco, tren y por carretera, el estampillado de sellos de correos propios (pág. 58), el suministro energético (pág. 61), la función de los medios digitales (pág. 62) o el funcionamiento de los cajeros (pág. 58), un aspecto este último sobre el que el informe se muestra muy optimista: "Este tema no debería de preocupar más allá de asegurar que las entidades privadas tienen su información protegida ante cualquier amenaza y se encuentra replicada de forma segura".

"Estructura de mando TIC"

Pese a que los redactores del extenso informe presentan en primer lugar la colaboración con el Estado español como la fórmula ideal para la constitución de la República catalana, los autores del informe (que firman todos los consejeros del CATN) otean dificultades y abogan en muchos casos por la vía directa. De esta manera, en las páginas 65 y 66 apunta a la necesidad de crear "una sola estructura de mando de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones que incluya a los principales organismos con competencias en la materia, Direccción general de Telecomunicaciones, Societat de la Informació, CESICAT (...) Esta comandancia se debería coordinar con el Consorcio municipalista Localret, Diputaciones, Consejos Comarcales y Ayunamientos en lo que respecta a la administración local, haciendo especial mención a la coordinación con el Ayuntamiento de Barcelona por su potencia respecto a las TIC y su ubicación clave en el territorio. Esta estructura debería estar dotada de medios personales y presupuestarios suficientes. Antes de la eventual constitución del nuevo Estado, la Generalitat tendría ya competencia para crear esta estructura de mando que debería de actuar, en esta primera fase del proceso, respetando las competencias del Estado en materia de telecomunicaciones y, como es obvio, los derechos fundamentales de los ciudadanos consagrados en la Constitución y las leyes".

"Medidas alternativas"

Constitución y leyes. Sin embargo, dos páginas más allá, en la 68, el informe vuelve a profundizar en escenarios de beligerancia y deja al margen la legalidad. "Garantizar la seguridad de las infraestructuras de telecomunicaciones audiovisuales como la Torre de Collserola, los ocho centros reemisores principales y las 500 torres reemisoras dispersas por el territorio". Y añade, por si acaso: "Si hubiera un marco de colaboración, esta seguridad se podría garantizar con el apoyo del Estado".

Otro ejemplo de que la Generalidad se prepara para afrontar situaciones críticas figura en la página 72: "Elaborar un listado completo de las aplicaciones informáticas que en estos momentos son ejecutadas desde el Estado español y que son necesarias para el funcionamiento del Gobierno de Cataluña. Al tiempo, y mientras no se tenga el control definitivo de las aplicaciones, adoptar las medidas alternativas para suplir su funcionamiento y paliar la ausencia de datos que están dentro de ellas".

"Protocolo de elaboración de mensajes"

El informe concluye con otro consejo clave: "Preparar un protocolo de elaboración de mensajes (contenido, frecuencia, estilo...) que, dentro del plan general de comunicación, se deberían de emitir a través de las redes sociales, así como prever un sistema de atención de consultas de los ciudadanos y, si es necesario, de gestión de rumores infundados e informaciones falsas".

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