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La Audiencia condena a cuatro etarras por asesinar al teniente coronel Blanco

El tribunal fija una indemnización para la familia de más de 600.000 euros.

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 6 y 129 años a cinco miembros del grupo Madrid de ETA acusados de asesinar en enero de 2000 al teniente coronel del Ejército de Tierra Pedro Antonio Blanco. El atentado puso fin a la tregua que decretó la organización terrorista en 1998.

Los magistrados Concepción Espejel, Julio de Diego y Clara Bayarri han considerado a Belén Egües (126 años), Iván Apaolaza (123 años), Juan Luis Rubenach (120 años), Gorka Palacios (129 años) y Javier Abaunza (6 años) culpables de la comisión de delitos de asesinato terrorista, tres asesinatos terroristas en grado de tentativa, dos estragos, dos robos de vehículo a motor y falsificación de documento oficial.

El tribunal ha fijado, además, una indemización de 300.500 euros para la viuda del teniente coronel y de 150.000 para cada uno de los dos hijos de la víctima.

Los cinco integraban el grupo 'Buro Ahuste' ('Quebradero de Cabeza') que debía actuar en Madrid, aunque contaba con un piso franco fuera de la capital, en Salamanca. En 1999 se trasladaron a la capital donde ocuparon distintas viviendas donde alquilaron habitaciones y residieron con personas ajenas a ETA.

El comando robó dos coches y preparó uno de ellos con un artefacto explosivo, cargado con hasta 10 kilos de dinamita y que se activaba por radio control. Reservaron el otro vehículo para huir, dice el escrito.

El 21 de enero de 2000 Egües, Apaolaza, Rubenach y Palacios estacionaron el coche bomba en la Pizarra de Madrid y lo accionaron cuando advirtieron que el teniente coronel Blanco se encontraba en la acera donde esperaba a que le recogiera un vehículo oficial que debía trasladarle al Cuartel General del Ejército de Tierra.

La tregua, para rearmarse

La explosión provocó la muerte en el acto del militar y heridas a tres personas, entre ellas una menor, de 14 años. Los cuatro huyeron en el coche robado que abandonaron a 500 metros del lugar de la explosión e hicieron detonar.

El tribunal ha valorado como pruebas la incautación en el piso que ocupaban en Salamanca de la plaza original de matrícula del coche-bomba que se empleó en el atentado. En la vivienda se localizó también una nota manuscrita de Egües con la leyenda "Virgen del Puerto 45", el punto exacto donde se colocó el vehículo cargado de explosivos. En la casa fueron localizadas "gran número de huellas dactilares "75 de Juan Luis Rubenach, 16 de Egües, 4 de Apaolaza, 3 de Abaunza y una de Palacios".

La sentencia destaca que la banda terrorista empleó la tregua para reunir en Francia a los responsables de grupos operativos armados, entre ellos Egües, que realizó una cursillo de utilización de armas y explosivos. "Durante ese periodo la organización aprovechó para reclutar, adiestrar y rearmar sus comandos creando estructuras estables", dice la resolución.

El fallo cuenta con el voto particular de la magistrada Clara Bayarri que considera que sus compañeros no han tenido en cuenta la existencia de dilaciones indebidas, dado que han transcurrido 14 años desde el atentado.

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