Tal día como hoy, 27 de marzo, pero de 2009, Libertad Digital contaba en su portada que el asesino confeso de Marta del Castillo intentó ahorcarse en la cárcel de Morón de la Frontera con el cordón de su chándal. Un interno del centro lo encontró colgado de un cordón, dio la voz de alarma y se pudo evitar el suicidio.
Carcaño no sufrió lesiones por la vigilancia a la que era sometido en la cárcel al tener activo el Protocolo de Prevención de Suicidios, lo que implicaba que estaba permanentemente acompañado por un ‘interno-sombra’ para garantizar su seguridad.
Cinco años más tarde la Policía sigue buscando el cadáver de Marta del Castillo después de realizarle el test de la verdad. La prueba neurológica dio resultados y había lugares ante los que Carcaño habría reaccionado por lo que la Policía tendría un mapa de "focos calientes" en los alrededores de Sevilla donde se ha vuelto a buscar el cuerpo de Marta del Castillo.
El test realizado a Carcaño desveló que Marta del Castillo fue enterrada y no arrojada al río como dijo su asesino por lo que los investigadores han vuelto a rastrear zonas alternativas a la finca de Majaloba.
Las conclusiones del informe definitivo del test de la verdad realizado con consentimiento propio a Carcaño revelan que el cuerpo de Marta podría encontrarse enterrado en un punto en la carretera entre Sevilla y Camas. Según el documento, Carcaño reaccionó al mostrarle imágenes de unas escombreras, mientras que no lo hizo cuando vio imágenes del río, donde se inició la búsqueda del cuerpo de la joven.