Ambiente caldeado hoy en la sesión de control del Gobieno. La socialista Soraya Rodríguez montó en cólera nada más empezar su intervención. El motivo: que no había mujeres en el comité de expertos que elaboraró la reforma fiscal.
"¿Es que no encontraron a ninguna catedrática de Derecho tributario o de Hacienda Pública? Porque hay muchas mujeres y muy buenas, espetó la socialista hecha un basilisco. "Le exijo que cumpla la ley de igualdad".
"España necesita una reforma fiscal. Hemos pedido opinión a los expertos y aprobaremos la reforma fiscal" con el objetivo final de generar empleo, le contestó la vicepresidenta del Gobierno. "Sería bueno que mirara a los expertos por su saber, con independencia de su sexo", recomendó a Rodríguez. "Lo hace la vicepresidenta del Gobierno que a estas alturas de la película sigue siendo mujer".
Soraya Rodríguez dejó ya el tema de la paridad para centrarse en la pregunta, pero aquí no acabó la bronca y acusó al Gobierno de basar el informe en "tres mentiras". Decir que es la primera reforma fiscal, cuando ya han hecho una subiendo todos los impuestos. Decir que va a beneficiar a las clases medias, cuando "van a perder los mismos que con la otra, los trabajadores, los pensionistas, los desempleados" y van a ganar "los de siempre, las rentas de capital". Y una tercera mentira que será una "inflexión en la política económica" del gobierno. "El presidente ha vuelto a mentir en esta cámara".
Dicho esto y a grito pelado entró de lleno en el caso Gürtel. "¿Qué autoridad moral tiene el presidente del gobierno para hablar de fraude fiscal. Ha cometido fraude fiscal con una enorme caja negra debajo de su partido", dijo fuera de sí.
Soraya Sáenz de Santamaría intentó tranquilizarla. "Pese a las horas que llevamos de debate los micrófonos siguen funcionando. No hace falta que grite para que la oigamos a usted.
"Su nerviosismo", dijo, es porque les preocupan "las tres verdades". Que "la economía se está recuperando, que hemos controlado el déficit fiscal y que vamos a bajar los impuestos". Y acabó echándole en cara que con el Gobierno del PSOE las grandes empresas tributaban a cero, que rebajó el impuesto sobre el patrimonio y que congelaron las pensiones. "No venga a dar lecciones".