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Un centenar de inmigrantes logra entrar en Melilla tras otro asalto a la valla

Tras pisar suelo español se han ido corriendo al CETI con cánticos de victoria.

Unos 800 inmigrantes subsaharianos han intentado hoy entrar a Melilla en dos asaltos al perímetro fronterizo que se han producido con apenas unas horas de diferencia y por dos puntos distantes, un objetivo que han conseguido 140.

Otros 150 han sido finalmente devueltos a Marruecos tras permanecer unas seis horas encaramados a la valla, donde se han registrado momentos de tensión por el enfrentamiento entre los inmigrantes y los agentes.

Según la Delegación del Gobierno, los inmigrantes han actuado con fuerza y virulencia, sobre todo en el segundo de los asaltos, así como durante el tiempo que han permanecido subidos en la parte alta del perímetro fronterizo.

Se tiene constancia, por el momento, de que tres agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil han resultado heridos, uno con multicontusiones, al haberle caído encima un subsahariano, y dos de ellos con "lesión grave" en uno de los brazos.

La primera tentativa de entrada, protagonizada por 500 personas, se ha registrado a las 6:00 horas y, poco antes de las 10:45 la segunda, en la que han participado más de 200, aunque en esta última ningún subsahariano ha conseguido entrar a Melilla.

La peculiaridad de las últimas semanas es que los inmigrantes no desisten en su intento de pisar suelo español y persisten en ello subidos a la valla durante horas, desde donde lanzan distintos cánticos, con una frase que suena con mayor frecuencia: "Libertad".

Es lo que ha ocurrido en los cuatro últimos asaltos que se han producido, el último de ellos antes de los dos de hoy, hace justo una semana, también por el barrio chino.

Al igual que entonces, los encaramados de hoy se han enfrentando "abiertamente", según la Delegación, a los efectivos de los GRS de la Guardia Civil e incluso en algunos casos han llegado a prender fuego a parte del ropaje que vestían para lanzarlo contra los agentes.

A uno de los agentes, que estaba subido a una escalera, le han arrebatado la porra y a otro también el casco, lo que ha motivado una respuesta contra los inmigrantes, a algunos de los cuales se les ha rociado con un aerosol de pimienta.

El objetivo de esta medida era evitar que los subsaharianos se desplazaran por la valla apoyados en los flejes, un elemento que el Gobierno ha ordenado retirar, ya que ayuda a estas personas en su propósito de entrar a Melilla.

La jornada de hoy ha complicado la difícil situación que vive el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que ya alberga a más de 1.900 personas, casi el cuádruple de su capacidad.

Esta última entrada ha obligado a instalar dos tiendas modulares del Ejército, que ha cedido también 40 literas triples.

Allí algunos de los recién llegados pasarán su primera noche, tras ser recibidos por muchos de sus compatriotas, quienes les aguardaban a las puertas del centro.

Seis inmigrantes han tenido que ser trasladados hasta el Hospital Comarcal, uno con un traumatismo en una pierna, cuatro con contusiones leves y un sexto con una herida en el labio, mientras que otros han sido atendidos, incluso a pie de valla, por Cruz Roja.

Melilla vive una extrema presión migratoria desde hace meses, si bien en 2014 ha registrado un repunte con al menos quince asaltos en apenas cinco meses, en los que han conseguido entrar unas 1.300 personas.

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