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Sánchez Dragó se rebela contra Casimiro García-Abadillo en 'El Mundo'

Las elecciones europeas ganan espacio en la prensa aunque no acaparan las portadas.

"La Junta Electoral prohíbe que la UE inste a los españoles a votar", dice El Mundo muy enfadado. "España es el único país que no puede hacer campaña institucional con papeletas, urnas, ni la leyenda 'vota'" porque "la abstención es un derecho que debe ser protegido pese al miedo de Bruselas a la baja participación". ¿Pues qué esperaban ? España is diferent, ¿recuerdan? Así que Casimiro decide echar una mano, que a él nadie le prohíbe nada. "En El Mundo pedimos expresamente que los ciudadanos acudan a las urnas y que voten a formaciones europeístas (...) Hay que tener en cuenta que junto a la inhibición de los votantes, el ascenso de los partidos euroescépticos o directamente antieuropeístas suponen un motivo de preocupación nada desdeñable (…) El madridaje entre una abstención que afecta especialmente a los grandes partidos y el auge del euroescepticismo ayuda a quienes pretenden alcanzar las instituciones de la UE para desmantelarla". Pues voy a parecer una chivata, Casimiro, pero tienes al enemigo en casa. Mira lo que dice Sánchez Dragó una páginas más allá. "No comulgaré el 25 de mayo en el altar de la urnas. Si milito en el pelotón euroescéptico, si solicité el estatuto de apátrida cuando hace treinta años nos metieron en Eurabia por el embudo de la ley del mismo nombre, si lamenté el parricidio de la pesetas, si me avergüenza que en la tapa de mi pasaporte figure el rótulo de la UE, si espero y deseo que ese híbrido se vaya a freír monas cuanto antes, ¿cómo voy a incurrir en el cinismo de aportar mi sufragio a cualquier candidatura que aspire a representarnos en Bruselas?". ¿Ves Casimiro? Un quintacolumnista en tu periódico.

Santiago González conoce muy bien el patio y en lugar de alarmar con el euroesceptisimo, que a muchos les sonará a chino, echa mano del franquismo. "Quienes conocimos una España en la que no se votaba, apreciamos mucho el voto y somos poco dados a la abstención", dice para que nos sintamos culpables. "Los que tengan edad recordarán aquella canción de Vino Tinto cuando el referéndum del 76: "Habla pueblo habla./ Este es el momento./ No escuches a quien diga/ que guardes silencio... ". Seguramente hoy la prohibirían por criminalizar la abstención", dice en plan Pepito Grillo.

Federico Jiménez Losantos sacude una buena tunda a los partidos pequeños en un artículo titulado "La casta y la castita". "En los programas electorales y en el discurso político de Rosa Díez, Albert Rivera y Vidal Quadras, las diferencias son mínimas. Sin embargo, la casta política regeneracionista, la que atendiendo a sus posibilidades en las urnas podemos llamar la castita, ha demostrado un sectarismo, una endogamia, una apología partitocrática en nada diferente a la que observamos y criticamos en la Casta (…) UPyD siempre ha rechazado a Ciudadanos, sin motivo político serio; ahora, Ciudadanos rechaza a VOX, con menos motivo aún. Que no se extrañen si los ciudadanos no se fían de ellos, porque ellos sólo se fían de sí mismos. El resultado previsible será el triunfo de la mezquindad". Qué duro eres, Federico.

El País abre con que "Fomento paga 10.000 millones de sobrecostes en seis años. Errores, prisas o corrupción disparan el precio de las obras publicas". Sobre las elecciones también habla de la "Campaña contra la antipolítica". Dice Enrique Gil Calvo que en España no tenemos xenófobos ni euroescépticos "que dirijan la cólera del pueblo contra Bruselas" porque no los necesitamos. "Tenemos casi toda nuestra capacidad fóbica invertida y concentrada en la endofobia. Es decir, en el temor y el odio dirigido contra nuestros enemigos íntimos: los peperos, los sociatas, los separatistas, los centralistas", para qué salir fuera. "Nuestro sectarismo tiende a ser cainita, pues sentimos más aversión por los otros españoles que por los extraños que nos parecen mas respetables". Y seguro que sabe de lo que habla.

ABC abre con que "Rajoy estudia llevar las generales a 2016". No es que vaya a dar un golpe de estado, no, si no que se propone agotar las legislatura. ¿Y qué tiene eso de malo?, se preguntarán. Pues no queda muy claro, pero Bieto Rubido tiene una preocupación enorme. "El Gobierno habrá de tener en cuenta los riesgos que conllevaría un retraso electoral legalmente posible, pero que políticamente puede pasarle factura. Una prolongación artificial de la legislatura podría armar de argumentos a una izquierda siempre atenta a prescindir de la moderación y a atacar a la derecha con acusaciones antidemocráticas", dice poniéndose la venda antes de la herida. "La decisión de llevar las elecciones generales a su límite temporal es arriesgada, y por esto mismo, debe basarse en una seguridad jurídica absoluta". Bieto, hijo, relájate que todavía queda mucho para eso. Isabel San Sebastián también está alarmada contra quienes "están dinamitando la mejor obra política realizada en muchos años", en referencia a la UE. "Hay que reforzar los pilares de este edificio que nos acoge y abriga. Porque si cae, nos caerá encima". Con lo que pesa. Ignacio Camacho también está alerta. "Una tropa de quintacolumnistas amenaza con desembarcar sobre el Parlamento de Bruselas para desbaratar desde dentro un proyecto en el que no creen (...) El parlamento se va a parecer al festival de Eurovisión: una estrafalaria parada de frikis políticos". No des ideas, Ignacio, que dicho así parece mucho más divertido.

La Razón cuenta que "ETA inscribe a EH Bildu como partido para que sea el sucesor de Batasuna". Pues yo hubiera jurado que Bildu ya es el sucesor de Batasuna. En fin, qué despiste. "IU desactiva la moción de Vara contra Monago", es otro de los titulares de portada. Fernando del Haro dice que lo de Vara ha sido un "simple acto de propaganda" para "mover el cotarro" y que "le puede salir caro a Fernández Vara. "Una pena porque Guillermo Fernández Vara es de lo más razonable que tiene en este momento el PSOE". Un mal día lo tiene cualquiera, hombre.

La Vanguardia lleva una encuesta sobre elecciones en Cataluña. "CiU resiste el empuje de ERC en unas catalanas", que quiere decir que ganaría, aunque bajaría 13 escaños, que se suman a los 12 que perdió en las últimas de 2012. Los titulares sobre la independencia dan una idea de la empanada mental que tienen montada. "Crece la indecisión ante la consulta y la incertidumbre sobre su desenlace". "Partidarios y contrarios de la independencia empatan al 43%, con un 13% de indecisos". "Más del 53% apoya que Catalunya sean un Estado, frente a casi un 36% que se opone". Pero a ver si nos aclaramos. Si los partidarios de la independencia son el 43% ¿cómo puede haber un 53% que apoyen que Cataluña sea un estado? ¿Qué diferencia hay entre ser un Estado y ser independiente? ¿Qué le preguntan a esta pobre gente en las encuestas?

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