En un comunicado emitido este miércoles por la tarde, el rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, ha comunicado la destitución del director del departamento de Anatomía y Embriología Humana II, Ramón Mérida. En concreto, el comunicado indica que "el director de ese Departamento ha aceptado la propuesta de dimisión de su cargo".
Por otro lado, añade que "se ha clausurado el área afectada del departamento en cuestión, se han dado instrucciones para que de manera inmediata pueda procederse a su saneamiento, y se han puesto en marcha las medidas necesarias para reformar los espacios y los procedimientos del departamento responsable".
Con un día de retraso respecto al momento en que se anunció el comunicado, el rector traslada algunas de las decisiones que se han tomado en la universidad "ante las noticias publicadas por algunos medios acerca del trato a los cuerpos donados a nuestra Facultad de Medicina".
Carrillo indica que están decididos a "extremar la sensibilidad en el trato a los cuerpos que le son donados para la docencia y la investigación" aunque señala que "las fotografías que se han difundido" corresponden a "una fase previa a su incineración tras el preceptivo proceso de secamiento", aunque cree que "sin duda hieren la sensibilidad". Es más, añade que "no son imágenes edificantes", justo antes de añadir una justificación, "con independencia de algunas circunstancias de fuerza mayor".
Reconoce en este comunicado que ha habido "fallos en los protocolos". Unos fallos que "hemos de lamentar profundamente". Por todo esto, "he ordenado", sigue Carrillo, "una investigación de urgencia para confirmar el correcto tratamiento de los cuerpos, su digna custodia y la completa ausencia de riesgos en las condiciones de salubridad del personal adscrito a su manipulación". Según ha dicho, "todos nuestros profesores de Anatomía inculcan a sus estudiantes el respeto y la gratitud hacia los donantes y sus familias".
Además, informa que desde el decanato de Medicina "se han adoptado todas las medidas para resolver de inmediato y con las máximas garantías el problema suscitado, e implantar protocolos y procedimientos que aseguren la salubridad y eviten futuros episodios de acumulación u otras eventuales disfunciones en el trato, custodia y retirada de los cuerpos".