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Duran se justifica en que no le consultaron y que el Estado trata mal a Cataluña

Duran, protagonista este fin de semana por su posible ruptura con Mas, trata de explicar este lunes por qué no apoyará la ley de abdicación.

Duran, protagonista este fin de semana por su posible ruptura con Mas, trata de explicar este lunes por qué no apoyará la ley de abdicación.

Duran i Lleida intenta explicar hoy en una larga y contradictoria carta en La Vanguardia el motivo de su abstención en la abdicación del Rey. Dice Duran, dejando en muy mal lugar a los que sostiene que él quería votar sí que "nuestra decisión de abstenernos" hay que situarla en un "contexto que personalmente tuve presente a la hora de tomarla". Como sabe "que hay gente que no lo entiende", explica que es que "la realidad es poliédrica, es altamente compleja y resumirla en una palabra es siempre arriesgado".

"Lo que sí debe quedar claro es que el miércoles no votaremos si el príncipe Felipe tiene que asumir o no la condición de rey, y menos aún si estamos a favor de la república". ¿Por qué se abstiene entonces? "¿Nos abstenemos porque lo que se decide no va con nosotros?", pregunta. Pues no. "Hoy por hoy, y nadie sabe hasta cuando, lo que se decida en el Estado va con nosotros?". "¿Nos abstenemos porque queremos la república, en lugar de la monarquía?". Pues tampoco, si fuera así intentaría cambiar la Constitución, dice. "¿Nos abstenemos porque no nos gusta el futuro rey o porque nos gusta más o menos que el actual?". No, claro que no, "ya he dicho que el voto no tiene nada que ver" con eso. "CiU le desea todo tipo de aciertos y de éxitos por el bien de todos. Es una persona preparada y competente para afrontar una necesaria renovación desde su espacio constitucional".

"¿Por cuestiones puramente formales? ¡No!", Dios nos libre. Se abstiene, dice, "por razones sobre todo de fondo" que, insiste, "no tienen nada que ver con el futuro rey". Admite que habló con Soraya Sáenz de Santamaría y que le informó de que "PP-PSOE habían decidido" el contenido de la ley. "Ahora bien, ¿nos habían propuesto hablar y decidir cómo afrontarla, cuándo y con qué contenido legislativo? ¡No! Radicalmente, no". Deja claro que "en ningún momento dije si votaríamos sí, no o si nos abstendríamos. Mejor dicho, expliqué que, por la mañana había hablado por teléfono con el presidente Mas y que me parecía que no había motivos para pensar en un no, pero que había que esperar para saber qué votaríamos. No entro más a fondo, porque al final el perjudicado sería el nuevo rey y no tiene que ver", insite por enésima vez. "Sólo digo que cuando se quiera un pacto de Estado se tiene que invitar a participar en la cocina para hacer el plato, y no sólo en el comedor para ingerirlo", dice a modo de excusa ya que la ley que se vota el miércoles no comporta ningún tipo de pacto, sólo la abdicación del Rey.

Y como es incapaz de dar ningún argumento convincente para explicar su actitud, entona el machacón discurso victimista. "Hay una razón de fondo. El Estado que Felipe VI heredará como rey está tratando a Catalunya muy injustamente. Él lo sabe", dice. "¿Queremos romper puentes con el Estado con esta votación? ¿Y hacerlo particularmente con la monarquía? No es exactamente eso. Simplemente no podemos hacer ver que no llueve y no cobijarnos en un edificio lleno de goteras".

Tras toda esta sarta de excusas de mal pagador, concluye que asistirá "con mucho gusto y con plena normalidad democrática" a la designación del nuevo rey, "que nada tiene que ver con este pasado y no sería justo para él enturbiar su coronación". Quien le entienda que le compre.

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