Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, ha comentado en Es la Tarde de Dieter de esRadio las informaciones que afirman que el hijo del expresidente de la Generalidad de Cataluña movía cantidades millonarias por diferentes paraísos fiscales.
Ha indicado que colabora con la Policía en la investigación y que no le ha sorprendido la importante cantidad que se ha publicado en la prensa, cercana a los 55 millones de euros. Sin embargo ha apuntado que "nos podemos quedar cortos" y ha recordado que cuando aparecieron los otros 35 millones dijo que "era un aperitivo".
La exnovia de Pujol Ferrusola ha dicho que no puede hablar "de muchas cosas" porque se mete "en un lío" por su colaboración en la investigación. Además ha señalado con esperanza que cree que "no se cerrará en falso la investigación" porque "va por donde tiene que ir" y ha dicho que "más de uno debería estar en la cárcel hoy".
Polémica grabación con Sánchez-Camacho
Otro de los asuntos que ha comentado es la polémica grabación en el restaurante barcelonés La Camarga y el asalto a su casa, cuando los ladrones dejaron cosas de valor pero se llevaron unos ordenadores.
Victoria Álvarez ha dicho que "del asalto empieza a haber algunas pistas" porque "la Policía está realizando un trabajo fantástico". Sin embargo ha reconocido que le da "miedo" todo lo que está pasando incluso ha dado a entender que la conversación podría estar siendo escuchada.
La "traición" de Sánchez Camacho
Además, ha contado que tras la grabación de la conversación con la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, y su posterior filtración, ha empezado a "tener rechazos" y le ha "afectado al trabajo".
Sobre la dirigente popular y el polémico episodio de Método 3, ha dicho que se sintió "absolutamente traicionada por ella". "Yo la defendí muchísimo al principio porque pensé que esto lo habían hecho contra ella. Ella me lloraba, de lo que le estaban haciendo. Yo no me imaginé lo que venía detrás. Hasta que se firmaron unos pactos de silencio y cambió totalmente", ha dicho en alusión a las diferentes versiones sobre la grabación en el restaurante.
Cuando se dijo que era el PPC quien estaba detrás, su contestación, según Álvarez, fue "no tengo por qué darte explicaciones". Después de ello, no tuvieron más comunicación.