La elección directa de alcaldes, contra lo que pueda parecer por la proximidad de la propuesta de Mariano Rajoy, es una propuesta original del secretario de Política Municipal del PSOE ya fallecido, Alfonso Perales, que la formuló hace 16 años, en 1998, y que la argumentó diciendo, entre otras cosas: "La elección directa de los alcaldes supone una transformación profunda de los ayuntamientos, una apuesta por la estabilidad y, sin duda, refuerza la figura de los alcaldes de forma clara. No hay interés electoral detrás dado que en unos sitios gobernamos y en otros no". De hecho, de consumarse la reforma el PP ganaría 31 ayuntamientos en Andalucía, pero el PSOE ganaría 56.
Pero la misma propuesta formulada ahora y aún sin concretar por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha conducido a que Susana Díaz haya acusado al propio presidente de "trampear" con las leyes y de electoralismo. Al parecer Susana Díaz y sus dirigentes andaluces creen que habrá desplome popular en las próximas elecciones municipales y que si el PP pierde la mayoría absoluta en 176 municipios que ahora gobiernan, los pactos postelectorales de los partidos de izquierda podrían barrer a la derecha de cientos de ayuntamientos, incluido Sevilla, Jaén, Huelva, Málaga y Córdoba. Sin embargo, la corriente Izquierda Socialista, que apoya al tercer candidato a la Secretaría General del PSOE, José Antonio Pérez Tapias, defiende la elección directa de alcaldes y la presentó en su programa marco de 2011.
Según la propuesta de Perales y según el modelo italiano que adoptó y que recuerda este martes el veterano periódico andaluz El Correo de Andalucía, el alcalde debería ser elegido en una urna y los partidos en otra de modo que el candidato que obtuviera mayoría simple se aseguraba la alcaldía, se limitaban las mociones de censura y el transfuguismo.
En Andalucía, el PP es el partido más votado y gobierna 267 ayuntamientos, todas las alcaldías de todas las capitales de provincia y 22 de las 25 ciudades de más de 50.000 habitantes. En total, el PP gobierna sobre el 65 por ciento de los vecinos. Pero en elecciones locales de 2011, los populares ganaron con mayoría relativa en 70 municipios, de los que a día de hoy sólo gobiernan 31 (el resto quedó en manos de una coalición entre la segunda y tercera fuerza más votada). Son esos 31 los que podrían conservar, sobre el papel, con la reforma de la elección directa de alcaldes. Pero el plato fuerte sería que podría conservar además el gobierno de las cinco capitales de provincia mencionadas más arriba. Por ello, el PP invita a Susana Díaz a aceptar la reforma electoral y alejarse de los pactos de despacho que anulan las mayorías obtenidas por el PP, como fue el caso de la propia Andalucía donde ganó Javier Arenas y gobierna Susana Díaz.
De hecho, la reforma no perjudicaría al PSOE que podría mantener 56 ayuntamientos en los que obtuvo la lista más votada pero que no gobierna precisamente por pactos de despacho poselectorales.
El PSOE gobierna actualmente 374 municipios casi todos menores de 20.000 habitantes, 273 con mayoría absoluta, 37 por pactos con IU sobre todo y en 64 ayuntamientos gobiernan en minoría.
Las elecciones europeas y la decisión de Susana
Los resultados de las elecciones europeas fueron malísimos para PP y PSOE y ambos en conjunto perdieron alrededor de 700.000 votos, a partes casi iguales. Por el contrario, la izquierda radical obtuvo los mejores resultados de la historia reciente puesto que IU triplicó su caudal de apoyos y Podemos obtuvo desde la nada casi 200.000 votos. Recuérdense los datos:
Sobre la mesa está la suposición de que este mal resultado puede repetirse en las próximas elecciones municipales, a pesar de haber consenso en que nada tienen que ver ni formal ni esencialmente con las europeas.
Lo cierto es que el PSOE tendrá que reflexionar seriamente lo que va a hacer. Puede ofrecer a IU, sin Podemos ni el resto de izquierdas radicales, un pacto de legislatura para blindar la penetración de tal movimiento en los municipios a la espera de que los primeros desacuerdos y contradicciones vayan minado al radicalismo de izquierdas. Puede apostar por un frente de izquierdas amplio con Podemos incluido que sería inmediatamente caracterizado como frente popular municipal, que en teoría no sería aceptado por Podemos que considera a los socialistas como "castúos". Puede asimismo aceptar la propuesta de reforma del PP y blindar con el PP sus propias mayorías simples.
Según haga una cosa u otra, el PP podría conservar o no algunas capitales y retroceder ampliamente si se repite el batacazo de las europeas. Es decir, el PSOE deberá decidir entre mantener la estructura de dos partidos mayoritarios o alinearse con la izquierda radical en una aventura política de grandes riesgos.
El problema del PP es que no cuenta con apoyos posibles ya que es difícil de UPyD apoye sus mayorías, Vox es prácticamente una sombra y Ciudadanos no existe. Esto es, el PP andaluz está en manos de sí mismo si logra remontar el vuelo tras las europeas y lograr de nuevo la hazaña de ganar las elecciones municipales y puede terminar en manos de un PSOE incierto, siempre más ocupado en mantener su régimen al precio que sea que de otra cosa.
