Jordi Pujol Ferrusola ganó dos millones de euros en un año tras invertir tres millones en un vertedero de Tarragona cuya licencia empezó a tramitarse en 2002, siendo aún su padre presidente de la Generalidad, según informa El Mundo. La Udef sospecha que se trata de otra comisión encubierta.
Jordi Pujol Ferrusola consiguió unas plusvalías del 70% en un año a través de la Sociedad Limitada Active Translation, radicada en Barcelona y oficialmente dedicada a "servicios de secretariado y traducción en todos los idiomas". Esta entidad mercantil se nutre de fondos que el clan esconde en el paraíso fiscal de Luxemburgo.
El hijo del expresidente de Cataluña se asoció en 2004 con el grupo de tratamiento de residuos catalán Servitransfer para llevar a cabo la construcción de las instalaciones del vertedero del municipio de Tivisa, ubicado en la parte oriental de la comarca de Ribera de Ebro, que da servicio, además, a las de Terra Alta y Priorat, situadas todas ellas en la provincia de Tarragona.
"Necesitábamos una cantidad importante de dinero y recurrimos a Jordi Pujol, que es amigo", cuenta al diario de Unidad Editorial uno de los máximos responsables del negocio, que ha prestado declaración ante la Udef en Barcelona. "Entró con una tercera parte, puso tres millones de euros y salió poco después consiguiendo una importante plusvalía, no hay nada más", añade.