La investigación para el uso de medios de la Armada y, exactamente, del buque-escuela Juan Sebastián Elcano para traficar con drogas sigue adelante. En las últimas horas, agentes de la Guardia Civil en colaboración con miembros de las Fuerzas Armadas han localizado oculto en uno de los pañoles (compartimentos que hay proa y popa para guardar provisiones o material) del barco un alijo de 127 kilos de cocaína.
"Estos nuevos hallazgos ponen de manifiesto el estrecho clima de colaboración entre la Armada y la Guardia Civil y otras agencias e instancias implicados en el proceso de esclarecimiento de los hechos", según la Oficina de Comunicación Social de la Armada, que emitió un comunicado a última hora de la noche del martes.
Estos estupefacientes pertenecerían a los tres marineros que fueron detenidos el pasado 14 de julio en la localidad pontevedresa de Marín, cuando el buque-escuela fondeó en uno de los principales puertos de la Armada para participar en los tradicionales actos castrenses que se celebran con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la marina española.
Horas antes de que el barco llegase a puerto, las autoridades españolas recibieron una orden internacional de detención contra estos tres militares, que eran miembros de la tripulación, no alumnos, por haber facilitado veinte kilos de cocaína a dos traficante de Nueva York de origen colombiano, que tras ser arrestados habían denunciado a las autoridades de su país a las personas que supuestamente le habían facilitado la mercancía y el procedimiento por el que les había llegado.
Los citados traficantes habían declarado a los agentes norteamericanos que la droga se la habían facilitado tres marineros españoles, de los que facilitaron su identificación, y que éstos la habían introducido en Estados Unidos a bordo del barco-escuela militar español después de haberla cogido durante una de las escalas del buque en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.
Reconstrucción del proceso
Avisados por el HSI (Homeland Security Investigations), agentes de la Guardia Civil se trasladaron hasta Estados Unidos para coordinar las investigaciones e intentar reconstruir todo el proceso delictivo. Según las pesquisas, durante la escala de varios días en la localidad colombiana, varios traficantes de drogas tentaron a los tres militares para transportar droga entre la ciudad y Nueva York a cambio de una cantidad económica por kilogramo transportado.
Los veinte kilos de droga entregados en Nueva York, fraccionados de origen, habrían sido descargados por los militares disimulada entre su propia ropa y escondida entre sus efectos personales. En la ciudad norteamericana, los dos traficantes colombianos que les esperaban fueron también los encargados de pagarles por el trabajo realizado.
Con toda la información obtenida por el HSI y la Guardia Civil, se activó el servicio de Seguridad Naval de la Armada estableciendo un sistema de identificación y control de los marineros implicados, descartando que repitieran las entregas de drogas en las siguientes escalas, en espera de llegar a territorio nacional.
Los tres militares (uno de origen ecuatoriano y dos españoles) fueron arrestados antes de que el barco llegase a puerto y puestos a disposición de la Guardia Civil en cuanto el barco-escuela atracó en el puerto. Fueron entonces trasladados hasta la prisión militar de Alcalá-Meco (Madrid). Se les imputan delitos de tráfico de drogas empleando para la comisión buques o dependencias militares, por lo que podrían ser condenados a penas de hasta seis años de prisión.
El Juan Sebastián Elcano, que concluyó en julio su 85 crucero de instrucción, había estado navegando durante seis meses por el Mar Mediterráneo, el Océano Atlántico, el Caribe y el Mar del Norte, y haciendo escalas técnicas en los puertos de Cagliari (Italia), Mahón, Sète (Francia), Melilla, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Praia (Cabo Verde), Cartagena de Indias (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana), Nueva York (EEUU), Dublín (Irlanda), Hamburgo (Alemania) y Oslo (Noruega).