El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, no tiene "ninguna duda" de que el Gobierno "hizo lo que tenía que hacer" al repatriar a los dos misioneros españoles que se contagiaron de ébola en Liberia y Sierra Leona.
En rueda de prensa conjunta con su colega colombiana, María Angela Holguín, ha indicado que otros países con nacionales enfermos de ébola han actuado de la misma manera, como es el caso de EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania y Noruega. "Si esto se hubiera planteado con un familiar de cualquiera de nosotros, probablemente entenderíamos la carga emocional que tiene este tema", ha añadido.
Sin querer entrar en cuestiones técnicas que él desconoce porque, según ha dicho, no le competen, sí ha podido afirmar que desde el punto de vista logístico las dos repatriaciones de los misioneros, en las que participó el Ministerio de Exteriores, se hicieron de manera "impecable".
El ministro también ha querido transmitir un mensaje de confianza en el sistema español de salud, que es "el tercero del mundo" en calidad y el primero en transplantes de órganos. "(El ébola) puede llegar a cualquier parte", ha reconocido por su parte la ministra colombiana.
Sobre la información que España está ofreciendo a sus socios internacionales, el ministro ha señalado que el interlocutor es el Ministerio de Sanidad y que su departamento tan solo transmite lo que les remite Sanidad.
García-Margallo ha llamado la atención sobre el hecho de que el ébola es una emergencia "global" a la que la comunidad internacional debe hacer frente "en su conjunto", pues ningún país puede combatirlo en solitario.
En ese sentido, ha dejado claro que España "no ha rehuido ni va a rehuir" el esfuerzo que le toca. Por ello, el Estado español ha desembolsado o comprometido hasta la fecha, incluidas las aportaciones de algunas comunidades autónomas como Extremadura, casi 3,4 millones de euros a países afectados por el brote, ONG sobre el terreno y organismos multilaterales para ayudarles a hacer frente al brote de ébola.