La tensión y los incidentes en la concentración de Libres e Iguales en la plaza de San Jaime de Barcelona, donde se emplazan la Generalidad y el Ayuntamiento, han sido la nota destacada de la mañana previa al 9N. La convocatoria del grupo cívico, a las doce frente a las casas consistoriales de toda España, ha resultado especialmente agitada en la capital catalana, donde medio centenar de proetarras, llegados ex profeso del País Vasco para ayudar a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en las tareas logísticas del 9N, ha insultado, amenazado de muerte y agredido a las personas que acudieron a la llamada de Libres e Iguales.
El grupo proetarra, con camisetas de la ANC, ikurriñas, esteladas y pancartas a favor de la excarcelación de los terroristas, accedió a la plaza desde la calle del Obispo, que transcurre por uno de los laterales del edificio de la Generalidad. Durante el acto de Libres e Iguales lanzaron gritos a favor de ETA y de la independencia que fueron respondidos con el calificativo de "asesinos" por parte de algunos de los ciudadanos que asistían a la manifestación en contra del referéndum separatista.
Una vez acaba la concentración y cuando el medio millar de personas que se concentraron frente al ayuntamiento se disolvía, los proeterras se acercaron en actitud amenazante amedrentando a varios ciudadanos que trataron de plantarles cara. Ante las amenazas y arengas, uno de los asistentes al acto de Libres e Iguales que trató de plantar cara a la intimidación proetarra fue rápidamente contestado con un derechazo que le mandó al centro médico con una contusión en el pómulo, según ha podido saber Libertad Digital. "Fue un puñetazo muy muy fuerte, si me da en la nariz me la parte", confesaba el agredido.
Los Mossos d'Esquadra formaron un cordón entre ambas concentraciones. La de Libres e Iguales estaba comunicada y autorizada, mientras que el medio centenar de "aberztzales" deambulaba por el barrio gótico de bar en bar cuando decidió arremeter contra los "españolistas" ante la actitud contemplativa de los Mossos, cuyos agentes escuchaban impasibles las consignas terroristas y las amenazas de muerte. Es más, según varios testigos, a la hora de formar el cordón los mossos dieron la retaguardia a los proetarras colocándose frente a los asistentes al acto cívico.
La concentración de Libres e Iguales transcurrió, por tanto, en un clima de tensión ante los gritos, insultos y gestos ofensivos de los "amigos euskaldunes" de los partidos separatistas, como si se tratara del asedio a una casa cuartel de la Guardia Civil en el Goyerri donostiarra.