El nacionalismo catalán manifiesta una hiperbólica sensibilidad a la exposición de estatuas, hasta el punto de que ha pretendido, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Madrid retirara la que por suscripción popular se acaba de inaugurar en recuerdo y honor de Blas de Lezo. Las fuerzas vivas del nacionalismo, incluido el expresidente del Barcelona Joan Laporta, han fracasado en su intento.
Otra cosa es lo que pasa en su territorio. La última depuración histórico-escultórica se ha llevado a cabo en el Palacio Real de Pedralbes, de donde ha desaparecido la escultura de Isabel II con Alfonso XII en brazos que lucía sobre un notorio pedestal junto a la entrada principal del Palacio. La información es de Nació Digital, medio de referencia del catalanismo y la catalanidad, que subraya: "Fuentes de la Generalidad no ocultan sus intenciones. Así, según han explicado a Nació Digital miembros del equipo de Presidencia y de Patrimonio, la intención es poner en el pedestal donde estaba la reina Isabel II, la escultura republicana que estuvo hasta 1939 (una alegoría de las libertades republicanas encargada por Francesc Macià) y que ahora vive oculta en el jardín trasero del Palacio". "La República catalana -concluye el texto- quiere tomar otra vez el Palacio".
Según el citado medio, el Museo del Prado ya habría reclamado la estatua de Isabel II con su hijo en brazos, obra de Agapito Vallmitjana datada en 1861, pero la Generalidad retrasa la entrega por falta de presupuesto para el traslado, de tal manera que ha escondido la obra en el interior de las dependencias y aún no ha procedido a la "restauración" de las "Libertades republicanas".
La titularidad del Palacio Real de Pedralbes es de la Generalidad desde que le fue cedido el uso por el Ayuntamiento de Barcelona el 23 de diciembre de 2004, cuando el Ayuntamiento y la Generalidad estaban encabezados por el PSC y el tripartito de Maragall. A partir de la llegada de Artur Mas a la presidencia de la Generalidad, el uso político de las instalaciones se ha incrementado notablemente. En octubre del año pasado, el Palacio que fuera residencia oficial de Franco en Barcelona acogió el Foro Económico del Mediterráneo, escenario de uno de los últimos encuentros públicos de Mas y Mariano Rajoy. Según informó La Vanguardia se produjo un breve diálogo entre ambos en el que el presidente del Gobierno se interesaba por la propiedad del recinto, a lo que Mas respondía que era de la administración autonómica. El Palacio también acogió hace unas semanas la última reunión del frente separatista antes del 9N entre Mas, Joana Ortega, Ramon Espadaler, Oriol Junqueras, David Fernàndez y Joan Herrera.
La sustitución de las estatuas es, según atribuye Nació Digital a las fuentes de la Generalidad, una "muestra de terreno conquistado".