"Hoja de ruta unitaria del proceso soberanista catalán" es el nombre dado al documento sobre el que Artur Mas y Oriol Junqueras han llegado a un pacto para alcanzar la independencia de Cataluña en 23 pasos. Estos papeles son el primer "secreto" de Estado catalán, por lo que sólo La Vanguardia ha tenido acceso a parte de ellos, según desvela en su edición de hoy.
Los trabajos se llevan con suma discreción, a pesar de que es la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) es la encargada de organizar la confección del texto, que se pretende tener listo antes de un mes para su presentación pública. A partir de ahí, una "comisión de seguimiento" se encargaría de su desarrollo. Según publica este viernes el diario de Godó "el último borrador del 'Full de ruta unitari del procés sobiranista català' al que ha tenido acceso La Vanguardia establece 23 pasos a seguir por las organizaciones soberanistas –independentistas, federalistas, confederalistas...– que comparten el objetivo de que Cataluña sea un "sujeto político y jurídico soberano" y que sea así reconocido internacionalmente".
Sentado el objetivo, las elecciones anticipadas, la parte programática conjunta de los partidos separatistas, la confección de una Constitución a través, afirma el diario, de "un mecanismo participativo similar al del Bus del Estatut previo al texo parlamenario aprobado en 2005", así como las "estructuras de Estado", forman parte de los primeros pasos, los preparativos para el gran salto, la carrerilla para llegar a las elecciones autonómicas con todo dispuesto para la "fase constituyente", que sería la segunda parte.
En los próximos meses se debe proceder a la consolidación de la Hacienda, la Seguridad Social, y el Ministerio de Relaciones Exteriores (los papeles hablan de "Acción Exterior") del futuro Estado, labores financiadas en estos momentos por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Además, se establecerían medidas para la "transitoriedad legal" y los mecanismos para el traspaso de los activos del Estado y de las infraestructuras energéticas, de transportes, asistenciales, etcétera, etcétera. Todo esto antes del 27 de septiembre y aliñado por el "ejercicio sistemático de actos de soberanía" cuyo objetivo sería la visualización de la ruptura con el Estado español, una insumisión que, según estos papeles, va desde la inmersión lingüística a los horarios comerciales.
Una vez celebradas las elecciones (al parecer, los "documentos" no contemplan la posiblidad de que después de tan intensos preparativos las urnas arrojen resultados contrarios a sus intereses) se procedería a una declaración que no sería de independencia sino de intenciones: "Anuncio e inicio del proceso hacia la proclamación del Estado y la república catalana", se lee en La Vanguardia que es lo que pasará el 28 de septiembre por la mañana. Una vez consumado el bando se instará al Gobierno de Madrid a negociar el traspaso de activos y se emprenderán negociaciones con las instancias internacionales para el reconocimiento de Cataluña como nuevo Estado del mundo, a fin de facilitar su integración en las organizaciones de referencia.
Ya puestos en elecciones, los últimos pasos también son llamadas a las urnas. La primera opción es un referéndum vinculante con el visto bueno del Gobierno. Si no acepta, se proclama directamente el Esado catalán, tras lo cual, se celebraría un referéndum para aprobar la constitución y unas elecciones para formar el primer gobierno de la nueva república.
La Vanguardia da cuenta del alto nivel de los debates en el párrafo final de su exclusiva: "Las propuestas iniciales de Mas y Junqueras marcaban diferencias sobre si el proceso culminaba con esas elecciones y un referéndum sobre la independencia y la constitución (CDC) o simplemente un referéndum de ratificación constitucional (ERC). El documento hace una síntesis entre ambas propuestas".