Los socialistas siguen diciendo lo contrario de lo que dicen la encuestas: que el PSOE va a ser "el partido de la esperanza", pese a que los sondeos apuntan a que Podemos desbancaría al PSOE como segunda fuerza en las generales y como cuarta en las catalanas. Un PSOE que cae en picado, que sigue tocando un nuevo suelo electoral, y que sigue sin creérselo apelando al manido mensaje de "no hay mejor encuesta que las urnas".
Sin embargo, el temor y el miedo que no reconocen públicamente se percibe en el endurecimiento de su mensaje contra la formación de Pablo Iglesias. Desde el lanzado por el secretario general, Pedro Sánchez, en una entrevista a Antena Tres -"Iglesias miente más que habla"-, hasta el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, quien acusó este lunes a la formación de ser "una casta de preotentes" que se limitan a "prometer la luna".
En rueda de prensa en Ferraz, acusó a los líderes de Podemos de formar "parte de esa casta de prepotentes que mira Andalucía por encima del hombro", al tiempo que criticó que el rostro andaluz de la formación de los círculos sea el de Sánchez Gordillo, Cañamero y Julián Álvarez, "gente que lleva más de 30 años en política". Fuentes de la dirección añadieron posteriormente con indignación: "¡Es que se fue Franco y llegó Gordillo!".
Pradas, que en su calidad de miembro del PSOE andaluz se refirió al mitin de Pablo Iglesias en Sevilla este fin de semana, calificó de "inédito que un partido congregue a sus seguidores para insultar a los andaluces" y decirles que pueden celebrar "sin ningún problema la Semana Santa".
"Esperemos que nos permita también celebrar el Carnaval, el Rocío y nuestras fiestas locales", bromeó el diputado sevillano en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a la secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, en un receso de la comisión permanente de la ejecutiva federal.